Simeone insistió en la previa de la ida cómo y por dónde atacar después de la derrota por 3-1 que habían firmado los rojiblancos en Can Barça diez días antes. Aún así, el Atlético de Madrid no pudo romper el juego culé y evitar la derrota, volviendo a perder ante los blaugranas. Eso sí, la imagen de los colchoneros mejoró, con una férrera defensa pero cayendo en el olvido del ataque, con Torres y Griezmann como delanteros titulares que se vieron incapaces de hacer tiritar a Ter Stegen bajo los palos blaugranas. Un 1-0, tanto marcado por Messi en el rechaze del lanzamiento de penalti fallido, que ajustaba la balanza para los culés para la vuelta.

El partido de ida ofreció una férrea defensa rojiblanca que dejó en el olvido su ataque

En la rueda de prensa previa al partido de ida la pasada semana, el técnico bonaerense reiteró la importancia de su ataque. "La clave va a ser interpretar bien cómo y por dónde atacar. Si lo logramos llevar el partido para donde nosotros queremos y atacar por el lugar donde queremos tendremos opción. Necesitamos entender cómo atacar a un equipo como el Barcelona. Y si lo entendemos vamos a tener opciones”. Pero las opciones se evaporaron y el 1-0 final cerró la ida. No hubo camino rojiblanco para el partido, ni lugares para atacar que dieran opción. La contundencia atrás eliminó la ofensiva en campo rival.

En busca del gol perdido

En el partido de liga, más de lo mismo. Las llegadas rojiblancas no terminaban de cuajar y solo de penalti pudo ser batido el portero culé que en esta ocasión guardaba los tres palos, Bravo. Mario Manduzkic fue el encargado de materializar la pena máxima marcando el único tanto de los rojiblancos en los dos encuentros consecutivos entre los madrileños y los catalanes. El gol del croata así como la primera clara ocasión de los atléticos fue un espejismo de una ofensiva colchonera que que no volvió a repetirse. Se averió el planteamiento, se averió el Atleti; funcionó Messi, funcionó el Barça. 3-1, así es el fútbol.

Torres y Griezmann no supieron encontrarse, Mandzukic y Raúl reclamaban velocidad

Con Ter Steguen en la portería y ya en Copa, los tantos rojiblancos ni se asomaron. Fernando Torres era una isla desierta en la mitad de campo blaugrana, luchando por activa y por pasiva por cada balón que se le acercaba y que terminaba perdido. Mientras, Griezmann se veía superado en las ocasiones en las que el galo mejor sabe desenvolverse, pero no, tampoco era el día del francés, cuya aportación al equipo crece con pasos de gigante. La transición defensa-ataque terminó de romperse con la velocidad relegada al banquillo y con Mandzukic y Raúl como pareja ofensiva. El gol, sus oportunidades y sus opciones se volvieron a esfumar. Ni ataque, ni gol, ni victoria, ni empate.

Con la eliminatoria a favor del Barça, no queda otra. El gol será la única clave que manejen los Guerreros de Simeone para poder la vuelta a la clasificación. Con el 1-0 a favor de los azulgranas, el Atlético buscará el tanto que les meta de lleno en el partido. Por eso mismo, el Cholo lo tiene claro. "Hay que vivir cada minuto del como si fuera el último del partido".