No lo dudaron ni Diego Pablo Simeone ni Luis Enrique y pusieron toda la carne en el asador. Con los "tres tenores" en el ataque blaugrana, la velocidad rojiblanca de Griezmann y Torres,y un Vicente Calderón unido ante la remontada se dio por comenzado una eliminatoria de infarto.

Primera mitad de infarto

Hizo el saque inicial el Barcelona y pitó el Calderón. Los latidos rojiblancos parecían salirse del pecho, entre cánticos y ánimos que parecían no tener fin. Tanto, tanto, tanto apretó el Calderón, tanto empujó desde el inicio con el #unpapelitoporcadalatido que dio el aliento necesario para, quién si no, Torres volviese a vestirse de abrelatas y anotar el primer gol de la noche, el primer gol tras su vuelta en el Vicente Calderón a los cuarenta segundos de juego.  'El niño' recogió un despeje de Siqueira, recortó a Mascherano -a quién volvería loco con sus diagonales- y marcó con un disparo raso. Besó el Hijo Pródigo el verde césped del Calderón en su celebración, dejando una estampa de museo.

Había que vivir cada minuto como si fuese el último y a eso mismo se agarró con firmeza el Atlético. Aprovechaban los rojiblancos cualquier oportunidad de salir a la contra, mientras las faltas a favor del Barcelona se sucedían, ante las protestas de afición y jugadores que, hoy más que nunca, eran uno.

"A los 40 segundos Fernando Torres se volvió a vestir de 'abrelatas' y abrir el marcador ante un Vicente Calderón entregado"

Atacaba el Atlético de Madrid por mediación de Torres y Griezmann cuando a los nueve minutos, un robo de balón desencadenó la contra perfecta culé, esa que tanto temía Luis Enrique del Atleti. En las gradas se atisbaba el horror con un silencio sepulcral cuando se vio aparecer por la banda izquierda blaugrana a un Neymar Jr.desbocado que supo recibir una muy buena asistencia de Luis Suárez, previo pase de Messi quien, de nuevo, volvía  estar volcado en banda derecha, como lo esperaba Simeone. Ajustó el brasileño al palo izquierdo de Oblak tras ganarle la carrera a Juanfran y anotar el empate para desequilibrar la eliminatoria y evitar la hipotética prórroga.

Recuperó el Barça de Luis Enrique todo lo aprendido ante un Atlético de Madrid que tampoco se olvidaba de quién era, derrochando coraje y corazón para volver a buscarle las cosquillas a los culés. Seguía el Calderón a lo suyo, mientras Luis Enrique y protestaba desde la banda, una jugada después de un fuera de juego evitase el segundo de Neymar y el segundo del Barça.

Arda Turan se vestía de prestidigitador ante quien se le pusiese en su camino, ya fuese provocando una falta Andrés Iniesta, ya fuese con un mágico tacón en la banda derecha. A todo esto el juego de los de Luis Enrique se basaba en contras, disfrazándose  del equipo contragolpeador que espera el técnico asturiano de los de Simeone.

"Neymar sentenció con el tercero del Barça tras un penalti no pitado por mano de Jordi Alba"

Rozando la media hora de juego cayó derribado Juanfran y no dudó Gil Manzano pitar la pena máxima. Reclamaba Mascherano, autor de la falta, que había sido fuera del área y que esta ni siquiera habría existido, pero la decisión del colegiado extremeño era inamovible. Raúl García cogió el esférico y lanzó desde los once metros a la derecha de Ter Stegen, que no pudo atajar el balón y vio como el navarro volvía a dar credenciales al Atlético.

Con Siqueira firmando una muy buena actuación en ataque, apareció como un milagro en defensa para desviar un disparo de Rákitic y rechazarlo a córner. Fue entonces cuando el Atlético recibió de su propia medicina. Sergio Busquets, ausente hasta ese momento, apareció ganándole la partida Mario Suárez y rematando de cabeza el saque de esquina. Miranda intentó despejar, pero terminó por enviar el balón dentro de su propia portería.

No  se daban un respiro ambos conjuntos . El contundente ataque de Siqueira sirvió un balón medido a Griezmann. Chutó el galo con contundencia en una buena salida de balón del Atlético cuando se topó con la zaga blaugrana y la mano de Jordi Alba dentro del área. No se pitó y el penalti e ideó su contra el Barça. Messi constuyó el ataque de los azulgranas y tras llegar al área rival, jugó en largo para que el propio Jordi Alba tocara en el segundo palo y habilitara a un Neymar que entró por el centro del ataque, firmando el tercero en los últimos coletazos de los primeros 45 minutos y poniendo muy, muy, muy cuesta arriba la remontada atlética.

Saltaban chispas en el terreno de juego y saltaron tras el final de los 45 primeros minutos. Neymar, enemigo público del Manzanares, y Raúl García, con sus rencillas por el partido liguero y el de ida eran los protagonistas de la tangana al borde del túnel de vestuarios. El navarro, Gabi y Juanfran buscaban al brasileño recriminándole feos gestos. Los banquillos saltaron para separarles y evitar cualquier incidente, con un 'Mono' Burgos que no dudó en templar los ánimos con ayuda de su compatriota Mascherano.

Un Atleti desaparecido

Boquiabiertos se quedó la afición rojiblanca cuando vio a sus hombres saltar al terreno de juego y contarlos. 10. No se lo creían. 10 eran los guerreros que encaraban la segunda parte. Faltaba uno, faltaba el capitán, faltaba Gabi. El '14' rojiblanco había sido expulsado en el vestuario. "Manos arriba, esto es un atraco" gritaban las gradas cuando los seguidores atléticos se enteraron. 

"Gabi fue expulsado en el vestuario y el Atleti desapareció en la segunda mitad"

Muy nerviosos estaban los ánimos. A tal nivel que Arda Turan, furioso, no supo contenerse y terminó por lanzar una de sus botas al linier. El asistente que ni se enteró del feo gesto del turco, no había pitado una entrada que había recibido el '10' rojiblanco, algo que enervó al jugador.Y mientras el Calderón seguía protestando por las decisiones arbitrales, el Barcelona tomaba el control del encuentro, con largas posesiones ante un Atleti que no salía de su área. Las pérdidas de balón rojiblancas se sucedían y Simeone se llevaba las manos a la cabeza. El Atleti había desaparecido.

Caminaba el Barcelona con el balón en los pies ante una presión invisible del Atlético. Solo en una ocasión apareció el Atleti. En el minuto 70 una buena ocasión de Cani, que debutaba con la elástica rojiblanca, salvó Ter Stegen con una gran estirada, enviando el balón a córner. Las patadas y faltas se sucedían y los amarillos -vestía así el Barça- seguían asediando la posesión y los dominios de Oblak. Mario Suárez también tuvo que irse a la ducha antes de tiempo. Una falta sobre Messi le costó la expulsión y dejaba a Simeone con nueve hombres en el césped.

Y aún así, con el partido perdido, no descansaba la grada. Los cánticos se alternaban con las protestas contra Gil Manzano y sus asistentes. La derrota, fea por el resultado y por la mala segunda mitad, ponía punto final a la Copa del Rey para los rojiblancos.