El Atlético de Madrid no pudo culminar la remontada ante el F.C. Barcelona en la vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey. Los de Simeone se adelantaron en el primer minuto, con gol de Torres, pero el Barcelona fue respondiendo a los goles atléticos hasta que marcó el tercero. En la segunda mitad, dominó el equipo de Luis Enrique a un Atlético que no supo volver a ver puerta.

Neymar y Messi, la principal amenaza culé.

El Frente Atlético recibió a los jugadores con miles de papelitos.

Simeone, tenso y concentrado antes del choque.

El partido arrancó, y Torres, sin más dilación, marcó para empatar la eliminatoria.

El Atlético siguió apretando en busca del segundo.

Fernando Torres estuvo muy activo cerca del área de Ter Stegen.

Pero no duró mucho la ventaja, porque en el minuto 9’, Neymar daba ventaja a su equipo con el gol del empate.

Debía marcar dos goles el Atlético a partir del gol culé, y empezó a trabajar para ello.

Griezmann se lamentaba tras una gran ocasión perdida.

A la media hora de partido, el colegiado señalaba penalti de Mascherano sobre Raúl García.

El ‘8’ atlético marcó para seguir creyendo.

Pero, al igual que anteriormente, a los pocos minutos igualaba el Barcelona.

El golpe fue ya definitivo.

El Atlético no desistió y buscó nuevamente el gol.

Pero la desarbolada defensa dejaba muchos espacios a la velocidad del tridente culé.

Con el resultado ya en contra, la segunda parte fue una sombra de la primera.

El Calderón animaba, pero los rojiblancos no eran capaces de superar ya al Barcelona, pues tras la expulsión de Gabi en los vestuarios, la superioridad culé se evidenciaba demasiado.

Arda, intentando hacer magia entre Iniesta y Jordi Alba.

Torres peleó todo lo que pudo.

Cani saltó al verde para enfundarse la rojiblanca por primera vez, en un partido que se endurecía cada vez con más énfasis local.

Los atléticos saltaban por dos.

El partido finalizó, y ambos equipos aplaudieron a los suyos.

Los atléticos, pese a todo, se marcharon “orgullosos” de sus jugadores con un cántico al unísono agradeciendo el trabajo de los suyos.