“Lo más agradable es dedicarme a esta profesión. Sólo con pisar un campo me encandila, el olor a hierba”. Luis Aragonés era de esas personas que dedican su vida a aquello que aman, vivía por y para el fútbol y no entendía su vida sin él. Cuando fichó por el Mallorca en su segundo paso por el club de la isla, confesó que no sabía estar sin entrenar: “Lo paso mal y, además, mi mujer me echa de casa”, reconocía en tono de humor, ese que empleaba muchas veces para decir la verdad, doliese a quien doliese. “Máteme, pero no me mienta”, que decía él.

El ‘Sabio’ de Hortaleza, o ‘Zapatones’, como él prefería que le llamasen, se mantuvo unido al mundo del fútbol desde que comenzase su carrera como futbolista en 1957 en el Club Getafe Deportivo. Desde entonces y hasta 2009, año en que rescindió su contrato con el Fenerbahçe, último equipo al que entrenó, tan solo se mantuvo alejado de los campos de fútbol en los últimos cinco años de su vida.

El Luis jugador

Como jugador comenzó en el Club Getafe Deportivo y llegó a fichar por el Real Madrid, con quien nunca debutaría de manera oficial. Tras pasar por Recreativo, Hércules o el segundo equipo del Real Madrid, debutó en primera división con el Real Oviedo. Tras una temporada en el conjunto asturiano fichó por el Betis donde jugó tres temporadas. Fue ahí donde los directivos del Atlético de Madrid le vieron y le ficharon para el club donde pasaría el resto de su carrera como futbolista, en total, más de diez temporadas.

Pero Luis llevaba un entrenador dentro y de eso se dieron cuenta en el club. La transición que vivió el ‘Sabio’ de jugador a entrenador fue como sólo pueden pasar las cosas en el Atleti, un pálpito, una decisión desde el corazón. Juan Carlos el ‘Toto’ Lorenzo era el entrenador del Atlético de Madrid que había llegado en la temporada 73-74 en sustitución de Max Merkel. El argentino en su primera temporada en el club logró llevar al equipo a la final de la Copa de Europa que disputó frente al Bayern de Múnich y perdió en aquel aciago encuentro de Heysel.

Vicente Calderón: "He pensado en varios nombres para el banquillo, y también en Luis".

El club siguió confiando en el técnico que comenzó al frente del equipo en la temporada 74-75. Pero tras sumar tan sólo dos victorias en las nueve primeras jornadas de Liga, deciden destituirle. Se buscaba entrenador y se barajaban varios nombres entre los que estaban Di Stefano, Puskas o Bumbel. Pero Vicente Calderón, que era el presidente por entonces planteó en los despachos otro nombre y llamó a los pesos pesados del equipo para preguntarles. Adelardo, Gárate y Ufarte fueron a las oficinas y allí el presidente les dijo: “He pensado en varios nombres para el banquillo y también en Luis, que es el que mejor os conoce”.

No hubo más que discutir. Calderón llamó a Aragonés y le transmitió la decisión que habían tomado y él no lo dudó. Aceptó el cargo. Adelardo, el capitán del equipo por entonces, contó cómo vivió esa transición en una entrevista para Libertad Digital: “Nos lo comunicó después y nosotros le animamos. Gárate, Ufarte y yo charlamos con él y le dimos nuestro apoyo. De repente llega al día siguiente vestido de entrenador, con el rojo y el blanco, dando vueltas al silbato, nos reúne a todos y nos dice: “Como ya saben ustedes…”. El día anterior nos había dicho: “Como ya sabéis…”. Les dije a Gárate y Ufarte: “Uuuh, esto ha cambiado”. Se había puesto en su sitio y a nosotros en el nuestro”.

El ahora presidente de la Fundación del Atlético de Madrid, reconocía en dicha entrevista la confianza que tenían en el que había sido su compañero hasta ese momento y se deshacía en elogios: “Nosotros creíamos en él porque tenía mucha personalidad, tanto de jugador como de entrenador. Y para un entrenador eso es importantísimo. Luego, además, tenía ganas e ilusión. Lo tenía todo para hacer lo que hizo en su carrera deportiva como entrenador, que fue fantástica. Tenía un carácter muy duro, pero allí donde ha estado siempre ha dejado huella”, afirmaba el jugador que más veces ha vestido la rojiblanca.

El Luis entrenador

El 24 de noviembre de 1974, Luis Aragonés sale en el equipo titular dirigido por Lorenzo para enfrentarse en la jornada 9 de Liga en el Vicente Calderón al Sporting de Gijón. El resultado fue de empate a dos. Los dos tantos rojiblancos llegaron primero en la primera mitad de partido. El 1-0 de Salcedo y el segundo de Ayala precisamente tras una asistencia de Luis. Después empatarían los asturianos con goles de Churruca y de Quini de penalti. Ese fue el último partido del Luis Aragonés jugador.

Una semana después de disputar su último partido como jugador, estaba dirigiendo a sus ex compañeros.

Una semana después y con los acontecimientos y las decisiones acaecidos en los despachos durante la semana, el 1 de diciembre de 1974 ante el Valencia en el estadio Luis Casanova, Luis Aragonés se estrena en el banquillo como entrenador del Atlético de Madrid. El partido terminó en empate a uno con goles de Keita para los valencianos de Irureta para los colchoneros.

La primera temporada de ‘Zapatones’ al frente del equipo no pudo terminar mejor. El Bayern de Múnich que había ganado la Copa de Europa no quiso presentarse a jugar la Copa Intercontinental frente a Independiente por los problemas que había en Argentina. Como finalista lo hizo el conjunto colchonero. En el partido de ida ganaron los argentinos en el estadio Libertadores de América con un solitario gol de Balbuena. La vuelta en el Calderón fue para los locales, que con un 2-0 gracias a goles de Irureta y Ayala, se alzaban con el título. Era el único equipo europeo que se alzaba con dicho título sin haber ganado la Copa de Europa.(Imagen: Cordon Press).

Fue el principio de un largo idilio con el conjunto rojiblanco que ya había empezado en su etapa de jugador. En la siguiente temporada se alzaría con la Copa del Rey tras imponerse en la final al Zaragoza por 1-0 con gol de Gárate. Y la temporada siguiente de nuevo volvió a sumar un trofeo más para el club y a su palmarés personal conquistando la Liga.

En su primera etapa al frente del Atlético de Madrid permaneció seis temporadas, hasta 1980. Tras un breve paso entrenando al Real Betis Balompié, regresó de nuevo al Atleti en 1982 para quedarse cinco años más. En ese tiempo volvió a ganar otra Copa del Rey en el año 85 frente al Athletic de Bilbao y la Supercopa de España la temporada siguiente frente al Barcelona.

"Por ellos, por la casmiseta, por su orgullo, hay que salir y decir en el campo que sólo hay un campéon y va de rojo y blanco".

Tras poner fin a su segunda etapa al frente del conjunto colchonero, precisamente su nuevo destino fue el Barcelona con quien conquistó de nuevo la Copa del Rey. Y posteriormente pasaría por el banquillo del Espanyol. Regresaría por tercera vez al club de su vida en 1991 donde permaneció dos temporadas. El tiempo necesario para volver a alzarse con el título de Copa en el Santiago Bernabéu frente al Real Madrid. Goles de Shuster y Futre en un partido que pasará a la historia por su mítica arenga a los jugadores antes del partido: “¿Lo han entendido? Pregunto, ¿lo han entendido? ¿Sí? Pues esto no vale para nada. Lo que vale es que ustedes son mejores y que estoy hasta los huevos de perder con estos, en este campo. Son el Atlético de Madrid y hay 50.000 dentro que van a morir por ustedes. Por ellos, por la camiseta, por su orgullo, hay que salir y decir en el campo que sólo hay un campeón y va de rojo y blanco”.

Ese fue el último título conquistado por Luis Aragonés como rojiblanco. Tras dos temporadas se fue y pasó por los banquillos de Sevilla, Valencia, Betis, Oviedo y Mallorca. En 2001 su Atleti no había sido capaz de regresar a primera después de un año en el infierno. Sólo había un entrenador capaz de lograr el ascenso y Luis volvió al rescate de su equipo. Lo logró en la primera temporada siendo primero de la segunda división. Aún dirigió al equipo una última temporada más, la última.(Imagen: Cordon Press).

Finalmente volvió al Mallorca a quien había metido en puestos europeos en su primer paso por el equipo. Y después vino la llamada de la Selección, de quien como él dijo “hizo un equipo” y transformó por completo convirtiéndola en Campeona de Europa. Su último paso por los banquillos fue su aventura en Turquía con el Fenerbahçe. Uno única temporada ya que no quiso continuar una segunda más que tenía de contrato.

Se resistía a hacer oficial su decisión de dejar el fútbol definitivamente y aun tuvo ofertas. Pero nada le convenció. Finalmente en diciembre de 2013 hizo oficial lo que tanto le costaba, dejar definitivamente lo que era su vida, ese olor a césped. Un entrenador fuera de lo común, carismático, querido por todos sus jugadores y un poco menos por ciertos sectores de la prensa. Poco amigo de las buenas palabras, en otra ocasión dijo que decía más veces vete a tomar por culo que buenos días. Pensaba que un entrenador tenía que ir en chándal a los partidos y así lo hizo, hasta el final.

El 1 de febrero de 2014 se iba el entrenador de todos, el que sentó las bases del fútbol que llevó a la selección a cosechar títulos. Pero sobre todo se fue un colchonero más. Toda una vida en rojo y blanco. El jugador que siempre fue un poco entrenador. El entrenador que nunca dejó de pensar como jugador. Ha sido un año largo sin Luis.