Atendiendo a las posiciones ocupadas por Atlético de Madrid y UD Almería, el de mañana sábado podría parecer un encuentro relativamente sencillo. El que éste se juegue en el Vicente Calderón, los 27 puntos que separan a ambos (el Atlético es 3º con 50 puntos y el Almería 16º con 23) o que el primero es el actual campeón de Liga, pueden parecer motivos suficientes que inviten al optimismo, pero si analizamos las estadísticas de sus últimos enfrentamientos podemos observar que los de Diego Pablo Simeone afrontan un partido trampa.

Desde que en la temporada 1995-96 se enfrentaran por primera vez andaluces y madrileños en la Copa del Rey (que acabarían ganando los colchoneros en la histórica campaña del doblete), son 13 las ocasiones en las que Almería y Atlético de Madrid se han visto las caras. El balance, aunque favorable a los rojiblancos, no lo es en exceso; seis victorias del Atleti, cinco empates y dos triunfos de los almerienses. El apartado goleador, también es del lado atlético, quienes han anotado 26 goles, frente a los 16 del Almería.

Una estadística, la de los 13 partidos entre ambos equipos, que podrían dividirse en dos fases fácilmente diferenciables: la que agrupa los seis primeros partidos, en los que el balance es claramente para el Atlético de Madrid (cuatro victorias y dos empates), y otra que engloba los siete últimos encuentros disputados entre ellos, y donde el cómputo general es mucho más igualado: dos victorias para cada conjunto y tres empates.

De la primera de ellas, en la que el Atlético no perdió ningún partido, destacan la eliminatoria de Copa del Rey antes mencionada y que se saldó con un incontestable 6-2 para los rojiblancos en el global, y la mayor goleada de los 13 encuentros que nos atañen; la que endosó el Atlético de Madrid, entonces entrenado por el mexicano Javier Aguirre, y que acabó con un rotundo y contundente 6-3 a favor de un Atleti en el que, de la actual plantilla, tan solo `sobrevive´ Raúl García.

La segunda de ellas es las que supone la etapa más igualada en sus enfrentamientos, y un motivo para que los de Simeone vean el partido ante el Almería, que actualmente ocupa la 16ª posición en la tabla, como un encuentro ante un rival engañoso. Desde el 24 de septiembre de 2009, día en el que atléticos y almerienses empataron a 2 en el Vicente Calderón, la trayectoria de estos duelos podría definirse con una palabra: igualdad.

Un periodo en el que el Atlético de Madrid no consiguió doblegar a un Almería en el que, por encima de todos destacó un jugador: Pablo Piatti. El actual jugador del Valencia fue el principal protagonista de los cuatro encuentros (tres empates y una victoria andaluza), donde el argentino consiguió anotar cuatro goles y se convirtió en una auténtica pesadilla para los defensas rojiblancos.

No sería hasta la llegada de Diego Pablo Simeone cuando el Atlético de Madrid enderezaría esa racha sin conocer la victoria ante los almerienses cosechada entre septiembre de 2009 y marzo de 2011. La irrupción del técnico argentino parece haber dado un giro de 180º a esa dinámica negativa. El balance con el de Buenos Aires en el banquillo de los colchoneros es de dos victorias y una derrota. Las dos victorias, las producidas en los encuentros de la primera vuelta de la temporada 2013-14 y la actual, la 2014-15. En la primera de ellas, el Atlético venció por un claro 4-2 en el Calderón. En la segunda, el 24 de septiembre de este pasado año, un solitario gol de Miranda en el Estadio de los Juegos Mediterráneos, decantó el encuentro para los del `Cholo´ y llevó los tres puntos para Madrid.

Todo lo contrario ocurrió en febrero de 2014. En aquella ocasión, los tres puntos se quedaron en tierras andaluzas. Dos tantos de Verza decidieron un partido al que los colchoneros llegaban con la baja de uno de sus pilares la temporada pasada: Thibaut Courtois. Fue Aranzubía el que ocupó el lugar del guardameta belga y quien, en su primer partido oficial en Liga con la elástica rojiblanca, no estuvo demasiado afortunado. Una acción en la que el arquero quizás pudo hacer algo más (que supuso el primer gol andaluz), y la del penalti que cometió en los instantes finales del encuentro, que supuso el 2-0 e hizo que el Atlético acabará el encuentro con Gabi de portero, fueron determinantes en la derrota rojiblanca.

De cualquier modo, una derrota que el Atlético de Madrid  no se puede permitir volver a repetir si no quiere descolgarse del Real Madrid y FC Barcelona, y necesaria para recuperar las buenas sensaciones tras el mal partido en Vigo y el importantísimo encuentro del miércoles ante el Bayer Leverkusen.