Griezmann, bajito y rubio platino, delgaducho y con piernas eléctricas; Manduzkic, alto y fuerte, serio, trabajador incansable. El baile, de ser en un salón una noche de celebración, no sería muy estético. Pero cuando la tarima es el verde del césped, la pareja funciona. Y convierten los balones en goles para su equipo.

Simeone ha encontrado en ellos la salvación en tiempos algo difíciles. Ambos han marcado 10 de los últimos 13 goles del equipo en Liga, un porcentaje que demuestra el peso de ambos en el Atlético de Madrid. No es raro ver trotar en el Vicente Calderón parejas de delanteros que asustan a las defensas rivales: Forlán y Agüero o Diego Costa y Villa lo demuestran. Cuando estos últimos partieron cada uno con un destino contrario, parecía que no podría volver a darse la fórmula. 

Parecía que Mandzukic, ese croata serio y con porte de armario ropero, no valdría más que para rematar balones dentro del área. Sin embargo, cada vez participa más en el juego del equipo: protege el balón, crea peligro, impone a las defensas y, sobre todo, trabaja para todos sus compañeros. Muchos son los balones que roba el delantero para después tratar de taladrar la portería, como ya ha hecho en doce ocasiones en el campeonato nacional, cifra acompañada de cuatro asistencias de gol. 

Antoine Griezmann llegaba, por su parte, como estrella por la que el club pagaba una cantidad alta, creando así unas expectativas al mismo nivel. Costó que se adaptase a la filosofía colchonera, a la filosofía de Simeone. Y en 2015 parece haber despertado. El joven francés de cresta rubia platino ha conseguido ya ocho goles en lo que va de año, solo superado por un recuperado Messi, con once dianas. En total, 14 goles en Liga, solo superado en el ránking de goleadores por Neymar (17), Messi (26) y Cristiano (28). Y cerca de batir su récord personal de tantos con prácticamente toda la segunda vuelta por jugar. 

Se entienden en el campo, parece casi que lucharan por superarse el uno al otro. El último partido ante el Almería en el Calderón así lo dejó patente: dos goles de Griezmann, ambos asistencia de Mandzukic, y Mario consiguiendo transformar un penalti. Victoria del Atlético de Madrid por 3-0 en media hora, y el Almería convirtiéndose en la siguiente víctima de la pareja de moda, que ya 26 goles de los 50 que ha conseguido el equipo.

Visten traje rojiblanco, y siguen ritmos diferentes. La velocidad de Griezmann persigue la contundencia de Mandzukic. Se buscan, y se encuentran, se abrazan después de un grito de gol. No son la pareja perfecta para un baile, pero sí para un partido, para un balón, y para un gol. Son la pareja perfecta para el baile de Simeone. 

VAVEL Logo