Fernando Torres desde la grada fue testigo. Los rojiblancos se enfrentaban al Levante en el Vicente Calderón, partido que terminó con resultado de 3-1 y que será recordado por las celebraciones de Griezmann y de Godín haciendo el arquero mirando al Niño. También viene a la memoria porque fue el día en que el Atlético de Madrid anotó su último gol en Liga a balón parado esta temporada.

Mucho se habló de que los rojiblancos tiraban demasiado de jugadas de este tipo para sacar adelante sus partidos. Sin embargo, casi dos meses después, los del Cholo no han vuelto a anotar desde que lo hiciera Godín en el minuto 82 tras un saque de córner botado por Koke y que Tiago se encargó de centrar al área para que el uruguayo marcara el tercero de la tarde.

El Atleti lleva siete partidos de Liga sin anotar en jugadas a balón parado.

Desde entonces los rojiblancos han disputado siete partidos más en Liga anotando un total de 16 goles y ninguno de ellos fue tras una jugada a balón parado. Entre medias, rivales como el Eibar, el Celta, el Real Madrid o el Almería que ya fueron víctimas en la primera vuelta de los goles del Atleti tras una jugada de este tipo.

Ausencia señalada

Y es que en estos siete partidos de sequía goleadora a balón parado ha habido una ausencia significativa en la mitad de ellos: Koke. El canterano se retiró lesionado frente al Real Madrid cuando apenas llevaba diez minutos en el terreno de juego. Por esa misma razón no pudo disputar los dos últimos encuentros ante el Celta de Vigo y ante el Almería. Tampoco estuvo en el partido que los rojiblancos vencieron en el Calderón frente al Rayo Vallecano.

El internacional rojiblanco fue uno de los principales protagonistas en los goles que los rojiblancos lograron anotar a balón parado. Saques de esquina o de falta casi siempre botados por él y que terminaron en gol. Ante el Eibar fue el primero. Un corner del canterano que acabó al fondo de la red tras remate de Miranda. El mismo protagonista en el derbi del Bernabéu. En aquella ocasión fue Tiago quien terminó la jugada. Ante el Celta una falta botada por Koke y de nuevo Miranda anotando, como ante el Celta de Vigo y ante el Almería. Frente al Málaga fue otra vez Tiago quien acabó anotando tras el córner. El gol de Mario Suárez al Espanyol nació de un saque de esquina de Koke y el último gol ante el Levante de Godín también nació en las botas de Koke.

16 goles anotados sin jugadas de estrategia.

Tras unas semanas fuera por lesión, el centrocampista rojiblanco vuelve a una convocatoria y sólo queda saber si será de la partida. Mientras tanto, el Atlético de Madrid también ha sabido vivir marcando goles sin necesidad de recurrir al balón parado. Para ser más exactos, en estos siete encuentros una media de más de dos goles por partidos, lo que demuestra que el equipo de Simeone es algo más que estrategia. Marcando tres goles ante Eibar, Rayo y Almería y sobre todo el 4-0 ante el Real Madrid, queda claro que los goles rojiblancos tienen muchos variantes.

La eficiencia de Griezmann y Mandzukic

Estos partidos se solventaron sin más recursos que el buen juego del equipo y la efectividad. Y sobre todo la aparición de sus dos delanteros. Griezmann y Mandzukic han marcado doce de los dieciséis goles en este tiempo, la mitad cada uno. El croata lleva doce goles en Liga de los cuales seis han sido en la últimas siete jornadas. Datos similares para el francés, que de catorce marcados en la competición doméstica, también seis han sido en los últimos dos meses.

Griezmann y Mandzukic han anotado la mayoría de los goles en estos dos meses.

Ya sea por la ausencia de Koke, por la mayor eficacia de los delanteros o porque la estrategia empieza a fallar en la fábrica del Cerro del Espino, al Atlético de Madrid no le han faltado recursos. Si alguien pensaba que en este equipo sólo marcaban Miranda y Godín se equivocaba. En el Atleti hay vida más allá de la estrategia y los goles lo demuestran. Eso sí, el balón parado siempre ha sido un buen recurso y algo que ha caracterizado a este equipo, por lo que probablemente no tardaremos en volver a ver un córner que termine al fondo de la red o una falta sacada por Koke o por Gabi rematada de cabeza, otra de las especialidades, y dando la victoria al equipo. Es cuestión de tiempo.