Diego Pablo Simeone se marchó de la rueda de prensa posterior al partido contra el Valencia satisfecho con el punto conseguido por el Atlético de Madrid. Presumía, incluso, del empate cosechado, a pesar de haberse adelantado en el marcador, haber jugado mucho mejor que su rival durante gran parte del encuentro, coquetear con el 2-0 si Tiago hubiera acertado a meter la pelota entre palos y a pesar del mayúsculo error de Miguel Ángel Moyá, un flan que tiembla cada vez que un balón sobrevuela su área. En el único tiro a puerta en 90 minutos, el Valencia ‘robó’ dos puntos al Atlético de Madrid que dejan las cosas igual que estaban antes.

Puede que parte de la satisfacción de Diego Pablo Simeone con el empate contra el Valencia se deba a la intensidad con la que se empleó su equipo en los balones divididos y en la presión. El Atlético de Madrid volvió, por partes, a ser ese equipo intenso por el que tanto se ha caracterizado, que no rehúye el golpe con el contrario y que comete faltas lejos de su campo para alejar al rival de la zona de acción. Su fútbol, otra vez, volvió a ser AC/DC y no esa música tibia que sonó en Balaidos o el Sánchez Pizjuán, entre otros estadios durante el mes de febrero. Las mejoras son reconocibles al tiempo que el equipo vuelve a recuperar ese punto físico que pierde cada temporada durante estas fechas.

El Atleti no pasó del empate contra Sevilla yValencia, pero logra dejar las cosas como estaban: sigue tercero y dependiendo de sí mismo

“Hicimos un gran primer tiempo, cercano absolutamente al equipo que somos. Jugamos en campo rival, presionamos muy bien su espalda y ganamos casi todos los duelos salvo la jugada del inicio del partido de Negredo”, apuntaba Simeone en la rueda de prensa, que además explicó que el equipo perdió "esa presión" en el segundo tiempo y que el Valencia logró "el control de la pelota". "Es un resultado justo, por los goles, pero me quedo con el trabajo del primer tiempo que fue muy bueno", concluyó el argentino sobre el análisis del partido.

El éxito deforma y la realidad es que el Atlético, vigente campeón de Liga, está cumpliendo los objetivos. Solo por el formato del fútbol español se puede esperar que el club que sale campeón se desprenda de 3 ó 4 piezas básicas de su equipo para la temporada siguiente. El conjunto rojiblanco, con mejor profundidad de banquillo pero peor once inicial, sigue anclado a la tercera plaza, que otorga puestos de Champions League de forma directa, y a los mismos siete puntos de distancia con respecto al líder que lleva teniendo de brecha desde hace varias jornadas.  

'El Cholo' sale satisfecho por recuperar las virtudes tras un mes para olvidar. Afronta el último tramo de temporada manteniendo la ventaja con sus perseguidores

Dice Simeone que entiende la crítica del público y de los medios de comunicación dado que se han ganado con méritos propios ser considerados como un equipo que opte a pelear el título de Liga con Real Madrid y FC Barcelona, dos equipos que superan en más de 200 millones de presupuesto al Atlético de Madrid. ‘El Cholo’, semana a semana, recalca la idea que la Liga que disputa el equipo colchonero es contra el Valencia y el Sevilla – con un ojo en el Villarreal – por la tercera plaza. "Considero que la Liga es larga y más allá de que nuestro campeonato, siempre lo hemos dicho, es compitiendo contra Valencia y Sevilla", insistió, por enésima vez, el argentino. 

La realidad es que tras los enfrentamientos contra ambos equipos en apenas dos semanas, el Atlético sale de la misma manera en la que entró: ocupando el tercer puesto y dependiendo de sí mismo para no perder posiciones en la tabla de la clasificación. "Ninguno nos pudo ganar en estos dos últimos partidos y todavía mantenemos ese punto de ventaja que tenemos que cuidar”, desafió Simeone, que dio la sensación de tener todo bajo control.