Jan Oblak se convirtió en héroe por accidente en el último partido que disputo el Atlético de Madrid en Copa de Europa. Para el esloveno no es una situación extraña ya que en el Benfica le pasó algo bastante similar.

Era la temporada 2013/2014 y Oblak venía de hacer una campaña espectacular con el Rio Ave en el anterior curso. De la mano del entrenador Nuno Espírito, actual entrenador del Valencia, se convirtió en uno de los jugadores más destacados. Por este motivo, a su vuelta a Benfica no aceptaba un papel secundario. En el cuadro luso tuvieron que sufrir desplantes del esloveno, como que se presentara en la pretemporada más tarde del día que fue citado. Esto provocó que Oblak comenzara la temporada no como segundo guardameta del equipo luso, sino como el tercero.

Esto dio lugar a que el esloveno, para no perder la forma, jugara varios partidos con el filial del Benfica. Todo hacía indicar que Oblak se pasaría ese año en blanco hasta que a finales de diciembre del 2013 el portero titular del cuadro luso, Artur, cayó lesionado. El técnico, para sorpresa de todos, decidió darle la alternativa a Oblak. La lesión del otro guardameta era similar a la de Miguel Ángel Moya, es decir, que en tres o cuatro semanas podría volver a vestirse de corto.

Sin embargo grandes actuaciones como contra el Oporto o Tottenham provocaron que ya no se moviera más de la titularidad. Esto dio lugar a que desde diciembre de 2013 jugara 24 partidos oficiales con el cuadro luso, en los cuales sólo encajó seis goles. Su actuación más destacada, y la cual le sirvió como gran escaparate en Europa, fue el partido de vuelta de semifinales de la Europa League ante la Juventus.

Ahora Oblak tiene la oportunidad de volver a repetir la historia en el Atlético de Madrid.