En la final de la Champions del año pasado, al término de la prórroga fatídica en la que el Atlético de Madrid vio escapar su sueño ganador, Diego Pablo Simeone se tocó varias veces la barbilla, levantando su cabeza hacia arriba, indicando a sus jugadores que repitieran el gesto. Que tuvieran la cabeza alta por lo conseguido. 

La derrota dolió, pero el mensaje caló en los jugadores. Levantaron la cabeza, literalmente. Y si el año pasado ya era temido el conjunto rojiblanco por sus goles con la testa,a temporada parecen querer superar todos los límites. Las estadísiticas lo demuestran: 29 goles de cabeza del Atlético de Madrid entre todas las competiciones, los mismos que el equipo consiguió a final de temporada. Y aún faltan por jugar nueve jornadas de Liga y, al menos, dos partidos de Champions.

Desde principio de temporada, el Atlético dejó claras sus intenciones: atemorizar al rival con cada falta lateral o cercana al área, con cada córner y ahora, incluso, con cada saque de banda. La estrategia de Simeone y el Mono Burgos parece no tener antídoto, y a pesar del respiro que parecieron tomarse durante algunos partidos, en los que el equipo no consiguió ningún gol de esta manera, han encontrado de nuevo la fórmula para empujar el balón a la red con la cabeza.

Solo Real Madrid(17) y Sevilla(12) se acercan a los goles de cabeza del Atlético de Madrid (23) en Liga

De los 29 tantos que ha conseguido el equipo de cabeza, 23 han sido en Liga. Es decir, de los 29 partidos que se han jugado hasta ahora, la media sale a prácticamente un gol por partido. Es el equipo de la competición doméstica que más goles consigue de este modo, con diferencia, perseguido de lejos por el Real Madrid (17) y por el Sevilla (12) y esto es, seguramente, porque cualquier jugador sobre el campo parece poder rematar todos los balones que cruzen el aire. Griezmann, Miranda, Godín, Giménez, Saúl, Tiago, Mandzukic e incluso Fernando Torres han colaborado para hacer que el Atlético tenga la cabeza más afinada que nunca y que nadie.

Un córner de Koke, un centro de Juanfran, una falta de Gabi y ahora, incluso, un saque de banda portentoso de Jesús Gámez. Cualquier balón al aire se hace bueno en las cabezas de los jugadores rojiblancos, que saltan más que nadie, que vuelan hacia el gol y lo consiguen. El Atlético de Madrid tiene este año la cabeza más alta que nunca, y con ella consigue más tantos que nadie.