Sin marcha atrás. Real Madrid y Atlético de Madrid se baten en duelo en el Santiago Bernabéu con el pase a semifinales de la Champions League en juego. Nada vale ya, ni los testarazos lisboetas ni las posteriores siete resurreciones indias. La victoria, caiga del lado que caiga, enterrará todo el pasado y sumirá al vecino en la mayor de las tristezas, con un tedioso y largo fin de temporada por delante sin grandes objetivos en otras competiciones, toda vez que la Liga parece inalcanzable tanto para rojiblancos, por el enorme trecho, como para merengues, ante el aluvión de bajas.

La guerra final

Hasta la fecha, el Atleti ha vencido todas y cada una de las batallas. La durísima derrota en la final de la pasada edición de la competición despertó todo el orgullo rojiblanco. Tanto es así que los de Simeone han ganado al Real Madrid siempre y cuando han querido. Pero la Supercopa es un título menor, poco más es la Copa del Rey, y los envites ligueros no han servido de mucho a unos ni a otros. Por tanto, las batallas previas se antojan de fogueo ante la madre de todas las guerras.

El Real Madrid ha ido a remolque -en el marcador- en los siete partidos previos

De todos modos, el colchón previo da ventaja sobre la práctica a los visitantes. Los números son inexpugnables: repetir cualquier resultado previo les lleva, como mínimo, a la prórroga. Además, de 630 minutos disputados entre ambos el Real Madrid solo ha estado por delante en siete: los transcurridos entre el gol de James Rodríguez en la ida de la Supercopa en Chamartín y el empate anotado por Raúl García. El resto del tiempo, con mayor o menor justicia, los de Carlo Ancelotti han ido siempre a remolque.

El resultado de la ida, además, juega en contra del Real Madrid. El empate sin goles, aunque merecieran quizás algo más, les deja en una difícil disyuntiva. Ancelotti tendrá que hacer un curso express de mercería para alargar lo más posible la famosa manta. Necesita marcar, pero tanto o más como no encajar para evitar la obligación de tocar a rebato en busca de una goleada ante lo que habitualmente es una defensa granítica. Y eso plagado de bajas. Difícil panorama.

Las cosas claras...

En base a cifras, y a las recientes sensaciones, el Atlético de Madrid llega con confianza al enésimo -y último- derbi de la temporada. Con las cosas mucho más claras que su homónimo, pues tiene la receta y dispone de todos sus efectivos, Simeone no duda. A buen seguro que el preparador colchonero, tal y como acostumbra a hacer en las grandes citas, se guardará un as en la manga, pero no parece que su once deje incógnitas, teniendo que darse las sorpresas más en la pizarra que en los cromos, pues el once inicial parece cantado.

Las posibles cuestiones que pudiesen pasar por la mente del bonaerense quedaron disipadas en la ida. Jan Oblak se ganó a lo grande defender de nuevo la portería, al igual que Miranda demostró ser -aún- el titular en el centro de la zaga. Menos hizo el discutido Siqueira, así que volverá Gámez. El reconvertido lateral izquierdo dará equilibrio en la zaga. Regresa también al once Tiago, que cubrirá la ausencia de Mario Suárez, quien por acumulación de amonestaciones será el único futbolista que no esté a disposición del cuadro técnico.

Se cae sin embargo el capitán Gabi, que dejará su sitio a Saúl, en la teoría, y a Koke en la práctica. Será este segundo el que entre en el pivote, con Saúl en una banda dejando a Griezmann como segundo punta. El francés, en un estado de forma espectacular, será el hombre capital del ataque.

La recuperación del tobillo de Mario Mandzukic cierra, salvo sorpresa mayúscula, el resto de la alineación, junto a los habituales titulares. El croata entrenó con el grupo este martes y, tras salir inexplicablemente indemne de la emboscada que sufrió en la ida, sentará a quienes pugnaban por quitarle el puesto, a la sazón Raúl García o Fernando Torres. Salvo sorprendente giro táctico de última hora, el 'Cholo' no optará de inicio por reforzar la medular ni por apostarlo todo al 'niño' que silenció Chamartín por partida doble en Copa del Rey.

Las ausencias blancas no harán titubear a Simeone. El míster, consciente de que su rival debería perder mordiente y fortaleza en la medular, tratará de echar más al fuego. En eliminatorias donde el margen de maniobra era igual o menor, como las del año pasado ante el Chelsea en Stamford Bridge y posteriormente en la visita del FC Barcelona, su equipo fue más valiente que nunca. La segunda mitad en Londres o su inicio de partido ante el cuadro entonces entrenado por el 'Tata' Martino fueron sublimes ejercicios de presión, ataque y asfixia al contrincante. Puede que ante el Real Madrid el guion sea similar, buscando aprovechar la aparente debilidad de gente sin ritmo de partidos como Coentrao.

...y el merengue espeso

Si parece casi dibujado ya el once atlético, todo lo contrario ocurre en el bando local. Los numerosas bajas hacen que Ancelotti dude, dude y vuelva a dudar. De hacerlo unas semanas atrás por el buen rendimiento de todos sus hombres, pasa a hacerlo ahora por apenas disponer de jugadores de su confianza. Marcelo por -injusta- sanción, y Bale, Benzema y Modric por diversas lesiones ponen en un brete al de Reggiolo, que cabala opciones, sistemas y nombres.

Las bajas, que afectan a todas sus líneas, dejan a su esqueleto temblando. De capital importancia, afectan al colectivo -con la ausencia de su engranaje principal Modric- y al plano individual, sin los dos mejores socios de Cristiano Ronaldo, al que habrá que poner todas las velas posibles.

Al técnico italiano le coarta algo que jamás pasaría en la acera de enfrente: la falta de compromiso. De atrás hacia delante, el primer hueco lo deja Marcelo. Su sustituto debería ser Coentrao, quien en otras épocas incluso le llegó a sentar, pero su estado físico es una incógnita. Tras jugar sin aparente problema con su selección, parece que en Madrid la buena vida le pasa factura. Entre migrañas, gastroenteritis y excusas variopintas, se ha perdido meses de competición que le faltan ahora que le apetece jugar y se necesita su concurso.

En la medular, más de lo mismo. Ante la ausencia de Modrid cogerá metros Toni Kroos, pero su escudero está por determinar. A Carlo el cuerpo le pide poner a Khedira, quien más le gusta, pero esto no es el FIFA. Tendrá mejores "números" que Illarramendi, pero el vestuario está de uñas con él. Sus continuas espantadas en su último año de contrato no han hecho mucha gracia, y solo una victoria podría soliviantar su posible titularidad.

De este modo, el de Motrico gana opciones sobre el papel, pero no goza de la confianza de su míster. Ante tan desolador panorama, suena incluso Pepe. El central, desplazado en la ida por sus problemas y para la vuelta por el fastuoso rendimiento de Varane, podría hacerse un hueco como pivote, sitio en el que ya le puso Mourinho y en el que ha jugado a menudo con su selección.

Vuelve al 4-4-2 Ancelotti

Arriba, vuelve a entrar Isco en una banda con James en la otra. El colombiano es una de las esperanzas blancas tras su regreso, como lo será el citado Cristiano. Con cambio de sistema hacia el 4-4-2 el luso formará en punta con un compañero poco habitual: 'Chicharito'. Aunque Ancelotti siempre reconoció ser muy partidario de Jesé, el canario sigue fuera de forma y de bolos y verá cómo el mexicano le sienta en un partido que debería estar reservado para él.

Un primer gol vital

Con todo abierto tras la ida, la importancia de abrir el marcador hará ver un partido de desarrollo incierto. Todo apunta a que ni uno ni otro querrá desnudarse antes de tiempo, con unos preliminares largos e intensos aunque el orgasmo sea corto y tardío. Y es que un tanto, especialmente si tiene tinte rojiblanco, puede dejar la eliminatoria medio sentenciada, por lo que primará el no encajar por encima del anotar. Al menos teóricamente, pues luego cuando el balón ruede y pase por los pies de bichos como Cristiano Ronaldo, James, Arda, Mandzukic y compañía cualquier movimiento olerá a peligro.

El árbitro del encuentro será Felix Brych, alemán con el que ni uno ni otro equipo han perdido jamás en Europa. Con varios encuentros dirigidos a ambos, este curso solo coincidió en una ocasión con uno de ellos. Fue con el Atleti en la fase de grupos, y dio suerte ya que los de Simeone se encaramaron a la primera plaza del grupo en la victoria por 1-0 ante la Juventus que el propio Brych dirigió.

Convocatorias y posibles onces

Real Madrid: Casillas, Navas, Pacheco; Arbeloa, Carvajal, Coentrao, Nacho, Sergio Ramos, Pepe, Varane; Khedira, Illarramendi, Kroos, Lucas Silva, Isco, James, Cristiano Ronaldo, Jesé y Chicharito.

Atlético de Madrid: Oblak, Moyá; Jesús Gámez, Juanfran, Giménez, Miranda, Godín, Siqueira, Ansaldi, Lucas; Gabi, Tiago, Koke, Saúl, Cani, Arda Turan Raúl García, Griezmann, Mandzukic, Raúl Jiménez, Fernando Torres.

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Sobre el autor
Manuel F. Cartón
Diplomado en Ciencias Empresariales sobre el papel, pero periodista de vocación. Soy redactor de tenis y de la sección de fútbol del Real Sporting de Gijón.