La madrileña calle de la Cruz, número 25 vio nacer al Atlético de Madrid hace 112 años. Un grupo de estudiantes vascos fundaron el 26 de abril de 1903 el Athletic Club de Madrid, una sucursal del Athletic Club de Bilbao en la capital de España, dando el primer paso para la creación de una gran familia de atléticos por todo el mundo a lo largo de más de cien años de pasión, fidelidad y amor incondicional a unos colores muy concretos, a una religión muy definida y a una manera de entender la vida que va más allá de ganar o perder partidos, de conquistar títulos, de dejar su impronta en ciudades.

El parto de lo que hoy conocemos como el Atlético de Madrid arrancó en la noche del 25 de abril, donde se reunieron todos los participantes de la idea en la Sociedad Vasco-Navarra de Madrid. La reunión se alargó hasta la madrugada del 26, a la que asistieron, entre muchos otros, personalidades como Manuel Allende Salazar (presidente del Consejo de Ministros y Alcade de Madrid), Enrique Goiri (tesorero del club y árbitro del primer partido), Enrique Allende (primer presidente de la historia del club) y Eduardo de Acha (precursor y artífice de la creación). Su sede social quedó establecida en la propia Sociedad Vasco-Navarra, y esa misma madrugada se redactó unos estatutos básicos para el funcionamiento del club

1º. Que la Sociedad sea una sucursal del Athletic Club de Bilbao.

2º. Que se regirá por el mismo reglamento que ella, como tal sucursal.

3º. La cuota mensual será de 2,50 pesetas, idéntica a la citada Sociedad.

4º. Que el socio de esta Sociedad tendrá derecho a serlo del “Athletic Club” Bilbao sin pagar la cuota de entrada y recíprocamente

5º. Se adelantarán las cuotas de los meses de mayo, junio, julio y agosto, a fin de dejar ultimadas las compras y arreglo del campo, así como pelotas, etc.

6º. Importante. Siendo esta Sociedad una sucursal del Athletic Club de Bilbao, ambas sociedades se consideran una misma; por lo tanto no podrán jugar en contra en ningún campeonato.

7º. Los que quieran formar parte de esta Sociedad como socios fundadores lo verificarán antes de transcurridos los treinta días siguientes a la fundación, sin pagar cuota de entrada. Pasado este plazo, la cuota de entrada será de 25 pesetas.

Su primer partido y sus primeros pasos fueron, con Enrique Allende de presidente, de color azul y blanco en franjas verticales y el pantalón negro o blanco. No fue hasta enero del año 1911 cuando las camisetas rojiblancas se empezaron a utilizar. Fue entonces cuando nació el apelativo de "colchoneros" por la similitud que guardaba el uniforme con las fundas de los colchones de aquella época. Del Retiro, donde jugó su primer partido, a O'Donnell. El presidente Julián Rufete impulsó la construcción de un nuevo campo que destacara al Athletic como un club de gran solera, consolidándolo entre las grandes entidades que había en España. De esta manera, en febrero de 1913 se inauguró el campo de O'Donnell.

Sin embargo, si algo permanecerá de por vida en la memoria de todos los rojiblancos será El Metropolitano, el orgullo de todo colchonero. Fue inaugurado en mayo de 1923, convirtiéndose en la nueva casa de todos los atléticos. Fue el infante Don Juan de Borbón el que hizo el saque de honor ante 25.000 espectadores.

La llegada de la Guerra Civil a España marcó un punto de inflexión en todos los estamentos. También en el fútbol, que se paralizó al ser suspendidas las competiciones oficiales. Una vez finalizado el conflicto, el club se fusionó con el Aviación Nacional, sección deportiva del Ejército del aire, bajo la nueva denominación de Athletic Aviación de Madrid.

Nació siete años después la delantera de seda, formada por Juncosa, Vidal, Silva, Campos y Escudero. Llegaron jugadores de talla mundial, como Marcel Domingo, Carlsson o Ben Barek. Del tacto de la seda a la voracidad, con el 'ala infernal' que formaron Enrique Collar y Joaquín Peiró a finales de la década de los 50. Ya en los 60, Europa se tiñó de rojiblanco con el primer trofeo europeo oficial de su historia, logrando vencer a la Fiorentina en Sttutgart para alzarse con la Recopa de Europa.

Con Vicente Calderón en el cargo, en octubre del 66 se inaugura el estadio del Manzanares. Todas las localidades disponían de asiento, algo novedoso para la época. Y fue allí donde se recuerdan los mejores éxitos del Atlético, como la sexta Liga lograda en la temporada 1969/70 con jugadores históricos como Ovejero, Melo, Calleja, Irureta, Adelardo, Ufarte, Gárate y el gran Luis Aragonés. Recordad esos nombres lleva, inevitablemente, a rememoras la final de 1974 en la que el Atlético de Madrid tocó el cielo con la yema de los dedos. Los colchoneros perdieron la final de la Copa de Europa contra el Bayern de Munich días más tarde en el desempate celebrado en Heysel. Aunque también esos mismos jugadores lograron el torneo más importante de la historia un año después: la Intercontinental ante Independiente de Avellaneda.

Todo esto forma parte de lo que ha sido, es y será el Atlético de Madrid. A lo largo de toda su historia, presume en sus vitrinas de diez Ligas españolas, diez Copas del Rey, una Copa Intercontinental, dos títulos de la UEFA Europa League, tres Supercopas de España y dos Supercopas de Europa, una Recopa de Europa y una Copa Presidente de la RFEF. Pero más allá de los títulos obtenidos durante la centenaria historia, el Atlético es el orgullo de todos sus aficionados, incondicionales del oso y del madroño, el verdadero patrimonio con el que cuenta el legado colchonero.