Dicen los expertos en estas cosas que soñar con un león significa la autodestrucción. Pero si hay algo que no teme el Atlético de Madrid es soñar con leones. Ni enfrentarse a ellos, para qué engañarse.

El último precedente entre ambos sirvió para que Anotine Griezmann firmase su mayor reivindicación conocida hasta la fecha. El francés se cenó a los de San Mamés con un rugido tan ensordecedor que los 30 millones que se pagaron por él meses antes sonaron a poco. A muy poco. Ahora y con la tercera plaza en juego, los de Simeone buscarán teñir de rojiblanco -rojiblanco madrileño- la 35ª jornada de Liga.

Trampa para leones

Aunque lo que más duele en Lezama es la final de la Europa League 2012 perdida ante la apisonadora, con Falcao al mando, en la que se convirtió el Atlético de Madrid, en Liga y en el Calderón la suerte también es madrileña. Los últimos viajes de los de Valverde al feudo rojiblanco se han convertido en una auténtica trampa para leones.

Los de San Mamés han doblegado rodilla ante los colchoneros en sus últimas cuatro visitas a casa del Atlético.

El Vicente Calderón tiene tomada la medida al Athletic y en esta nueva jornada la afición colchonera no esperará menos. Los de Bilbao han doblegado rodilla ante los colchoneros en sus últimas cuatro visitas a casa del Atlético. El pasado curso Valverde y los suyos llegaron a Madrid en dos ocasiones y en ambas perdieron sin anotar ni un solo tanto. Primero en Liga, cuando cayeron por 2-0, después en Copa dos meses más tarde, con un marcador final de 1-0.

Hace dos campañas se vieron las cara en Liga y el 4-0 final, primer partido tras la final de Bucarest, volvió a demostrar la superioridad del Calderón ante el Athletic. La herida de la final seguía abierta y el Atlético hacía mella. Antes, el Atlético se había vuelto a imponer en casa. Los leones no muerden a los locales y el 2-1 de la temporada 2011-2012 es, de nuevo, una prueba de ello.

2011, última victoria visitante

Hasta la temporada 2010-2011 hay que echar la vista atrás para encontrar un triunfo del Athletic en el Calderón. Aquella lluviosa tarde madrileño el Rey León fue Gaizka Toquero. El delantero marcó los dos goles del conjunto bilbaíno y encendió al Calderón. La expulsión de Perea con el 0-0 y el primer tanto de Toquero dieron las alas necesarias a los visitantes para que hicieran y deshacieron a su antojo, ante una grada que no escondió su enfado.