El partido jugado en el Vicente Calderón en el que Atlético de Madrid y Athletic Club de Bilbao no pudieron decantar en ninguna dirección, estuvo marcado por la polémica del arbitraje del colegiado aragonés Jaime Latre.

Hasta tres goles anuló el colegiado y sus asistentes al conjunto local, dos de ellos a Griezmann, los que más dudas ofrecían y un tercero a Tiago que estaba en posición claramente legal. Las quejas del público asistente y de los jugadores fueron una constante en los 90 minutos y eso penalizó a los de Simeone.

Las dos tarjetas para el Atleti, fueron por protestar

Tan sólo dos tarjetas amarillas vio el Atleti y ambas fueron por protestar. La primera fue para Fernando Torres, quien se quejó tras un posible penalti no pitado aun en la primera mitad. El delantero sufrió un agarrón en el área que Jaime Latre no vio punible. La segunda amarilla fue para Godín ya en la segunda parte por la misma razón que la vio su compañero. Tras una serie de decisiones polémicas, el central uruguayo no pudo contenerse y se acercó al colegiado para protestar. La tarjeta en su caso conlleva sanción ya que es la décima que ve el uruguayo esta temporada y se perderá el partido frente al Levante.