La temporada llegaba a su fin en el Nuevo Estadio los Cármenes y muchos ojos estaban puestos en uno de los duelos más importantes de la jornada. A falta de un partido para sacar el cartel de cierre estaba en juego una tercera plaza y una salvación. Ambos equipos dependían de sí mismos, pero mirando por la retaguardia a otros campos españoles que podían dar por bueno el empate a los nazaríes y la derrota a los colchoneros.

Sin Mandzukic, Torres y Arda, el Atleti seguía necesitando un punto para ser tercero El equipo visitante llegaba con tres bajas importantes: Mario Mandzukic, Fernando Torres y Arda Turán. Con el Valencia al acecho, los de Simeone no querían tirar por la borda el trabajo de todo el curso , pendiente de una muy disputada tercera plaza que daba el acceso directo a la UEFA Champions League del próximo año.

El Granada, con la vida en juego, intentando mantenerse en equilibrio en un hilo poco estable que no pararía de zarandearse a lo largo del encuentro. El drama del descenso estaba muy cerca para los nazaríes en un enfrentamiento en el que una victoria valía una temporada más en la máxima categoría.

Sin heridas, sin juego, y con muchos nervios

En Granada, todos estaban más pendientes del resto de partidos que del propio juego de su equipoGonzález González pitaba el principio del fin y el Granada ponía en juego el balón. Poco ritmo en ambos equipos y muchos nervios. El estadio, más pendiente de lo exterior que de lo interior. Comenzaban llegando buenas noticias para un Atlético que salió a por el empate, muy malas para el Granada. La tabla no paraba de bailar y el balón cada vez estaba más quieto en Granada. Parecía que las mejores ocasiones iban llegando para los rojiblancos con un intento de remate de Raúl García puesto por Siqueira en un saque de banda y una llegada de Griezmann. El Cholo resoplaba y el Granada poco a poco parecía hacerse con el dominio, pero no con el acierto. Balón que rebasaba la línea de centro de campo, balón que cortaba la defensa colchonera de raíz.

Se iba acercando el crono al final de la primera mitad y en el Estadio de los Juegos del Mediterráneo no paraban de llover goles, que modificaban el puesto de los granadinos. El Atlético, cada vez más cómodo con un empate que certificaba un puesto en la Liga de Campeones. Justo en el momento que cae lesionado Piti y debe ser sustituido por Fran Rico, marca el segundo el Almería y el Granada se siente en Segunda. Tras algunos intentos a balón parado sin acierto alguno de ambos equipos, llegaba el empate del Valencia y Los Cármenes volvía a respirar. La primera mirad llegó a su fin sin ninguno de los dos equipos herido, un resultado que contentaba a ambos.

Un empate con sabor a gloria

Tras el descanso comenzaba a moverse el balón con los 22 mismos protagonistas. Las noticias provenientes del exterior eran buenas para ambos y ninguno de los dos quería cometer un error que no fuera capaz de pagar. La segunda mitad comenzó siendo un calco de la primera: pocas ocasiones, mucha presión y ningún juego. En el minuto 57 se acercó Koke con un lejano disparo que acababa en las manos de Roberto. En respuesta, el Granada conseguía un córner proporcionado por Godín tras una buena jugada del equipo local que acababa con el uruguayo despejando un centro peligroso. En el 63', Messi marcaba el segundo tanto en Barcelona y el único verdugo posible para el Granada pasaba a ser el Almería. Un gol suyo los enviaba a Segunda.

Granada y Atlético firmaron un pacto de no agresión viendo el resto de resultadosMientras seguían corriendo los minutos sin pena ni gloria, en un partido que parecía más un amistoso para ambos que una final. El Atlético, poco a poco, iba aguantando la posesión y el Granada poco presente. El más contento del estadio: el árbitro. A falta de poco más de ocho minutos para concluir el encuentro se adelantaba el Valencia y la presión crecía para los rojiblancos, que se mostraban con la misma serenidad, sin alterarse. A los Cármenes se le alegraba la cara y los dos equipos parecían haber firmado un acuerdo oficial de no dañarse. Los minutos seguían corriendo ya a favor de los dos y cada pequeña ocasión era una excusa para festejar en Granada. El balón, ya mareado y sin rumbo fijo, no paraba en ninguna de las dos partes del terreno de juego, que por diez minutos parecieron no ser rivales. Pitó el colegiado el final del encuentro y saltaron a celebrarlo los granadinos sobre el césped, cumpliéndose así los objetivos de ambos equipos.

El Atlético y los nazaríes firmaban un empate a cero, en el que ninguno de los dos salía herido, más bien ensalzado, un encuentro sin historia alguna más que un acuerdo beneficioso para todos los participantes. Los del Cholo estarán el próximo año en la Liga de Campeones y los locales un año más en la competición doméstica. Fiesta en los Cármenes y sobresalientes temporadas para ambos conjuntos..