Los aficionados colchoneros ya tienen al sustituto de Mario Mandžukić. El Atlético, sorprendentemente, no ha tardado en incorporar a un nuevo delantero y el elegido es el colombiano Jackson Martínez, procedente del Oporto. Cerca de cumplir 29 años, acumulaba tres temporadas en las filas del equipo portugués, donde llegó procedente del Jaguares mexicano. Casi 200 goles en 341 partidos avalan la trayectoria de este nueve llamado a ser la referencia atacante de los rojiblancos. 

Un nueve más -que no lo será porque ese dorsal lo lucirá Torres- para la historia del Atlético de Madrid, que en los últimos años ha fichado a grandes delanteros, pero que, por motivos económicos o deportivos, parecían tener un contrato temporal en vez de un ansiado contrato indefinido. La eterna duda de si el Atlético ficha bien y vende mejor o, por el contrario, ficha bien y no lo queda más remedio que vender a sus estrellas. Todo empezó con la marcha de Fernando Torres al Liverpool y, desde entonces, cada temporada en el Vicente Calderón se cantan los goles de un delantero nuevo.

La pareja formada por Kun Agüero y Diego Forlán dio grandes noches de gloria en la entidad rojiblanca. El argentino, por su juventud y desequilibrio, podría considerarse uno de los mejores delanteros que han disfrutado los atléticos y al uruguayo, por su garra y golpeo endemoniado, aún se le recuerda en las orillas del Manzanares. Pero se fueron igual que vinieron, incluso por la puerta de atrás. El Atlético se tuvo que recomponer en la delantera, pero, por suerte o por desgracia, eso es costumbre aquí. 

Radamel Falcao se puede considerar el espejo al que debe mirarse Jackson Martínez. Los dos colombianos y procedentes del buen vendedor Oporto. Radamel no tenía un papel fácil para suplir a los que se fueron, pero entre él y su escudero Adrián, rendimiento tan espectacular como efímero, consiguieron que la primera temporada de Simeone en el banquillo acabase con la consecución de la Europa League. Si Jackson quiere continuar el paralelismo con Falcao, tendrá que igualar, como mínimo, los 36 tantos que marcó en su primera temporada como rojiblanco. En su segunda campaña, continuó, pero cambió de acompañante y Diego Costa empezaría su flagrante carrera que le ha llevado a estar, actualmente, en el Chelsea.

Ser campeón no cambia nada

Falcao, que parece tener cierta alergia a jugar la Champions League, decidió probar fortuna en una estrella emergente como el Mónaco y el Atlético, para variar, tuvo que volver a mover fichas. En esta ocasión, el sustituto estaba ya en la plantilla. Diego Costa venía de hacer un buen año, pero sería en esta temporada cuando despuntaría por encima del resto. El Atlético le rodeó bien con un veterano David Villa, que aportó la experiencia necesaria en el regreso del equipo a la Champions League. Esta temporada fueron campeones de la Liga BBVA y subcampeones de la Champions League, motivos más que suficientes para que su delantero estrella apostase por el proyecto, pero no. 

Adrián, que todavía deambulaba por la plantilla mientras los aficionados esperaban su enésima resurrección, se marchó al Oporto. Su compatriota David Villa decidió emigrar a Estados Unidos y Diego Costa, querido por todos, se fue con el odiado Mourinho al Chelsea. Remodelación por completo la que se vivió en el Vicente Calderón la pasada campaña: Raúl Jiménez, Griezmann y Mario Mandžukić aterrizaron en Madrid. Solo la estrella francesa ha estado a la altura. Mandžukić empezó bien, pero la llegada de Fernando Torres le nubló su futuro. Raúl Jiménez, por su parte, pedía a gritos una cesión y lo más lejos posible del Santiago Bernabéu. 

La marcha de Mandžukić a la Juventus tras un año discreto ha obligado al Atlético a apostar, de nuevo, por la incorporación de un atacante con prestigio. Jackson Martínez ha sido el elegido y tendrá que demostrar su rendimiento en su primera participación en una de las grandes ligas europeas. Por delante tiene una temporada donde el Atlético deberá intentar luchar por el título como hizo hace dos campañas. En Champions League la espina sigue clavada y solo volver a una final para ganarla haría olvidar el pasado. Esta temporada en el Vicente Calderón, los goles los vuelve a poner un colombiano