Cinco años y cuatro meses después, el Atlético de Madrid pone punto y final a una generación. El 12 de mayo de 2010, el conjunto rojiblanco jugó la final de la Europa League con un once del que ya no queda ningún jugador en la plantilla. Raúl García, recientemente traspasado al Athletic, era la última pieza que faltaba por salir de aquel grupo de futbolistas, que inició en Hamburgo una época dorada para el conjunto de la ribera del Manzanares.

Quique, el salvador

A pesar de que aquella temporada el Atlético acabó levantando el título, el camino a lo largo de la campaña no fue ni mucho menos fácil. Su acceso a la Europa League fue casi de rebote: quedó tercero en la fase de grupos de la Champions superado por el Oporto y por el Chelsea. Solo le salvó la diferencia de goles con el Apoel para no acabar último de su grupo.

Abel Resino comenzó en un banquillo en el que apenas duró siete jornadas de Liga. Quique Sánchez Flores se hizo cargo del equipo, que no consiguió terminar de enderezar su rumbo en Liga y acabó como noveno clasificado. Pero las carencias del campeonato doméstico quedaron tapadas con el éxito europeo: el Atlético fue pasando fases ante Galatasaray, Sporting de Lisboa, Valencia y Liverpool hasta plantarse en la final, donde ganó 2-1 al Fulham gracias a un doblete de Forlán.

El título prolongó la confianza en Quique, que comenzó la campaña con otro éxito europeo: el Atlético se impuso en la Supercopa de Europa al Inter (0-2). Pero el técnico solo aguantó una temporada más en el banquillo tras acabar séptimo en Liga. Su sucesor fue Gregorio Manzano, y tras él llegaría Simeone para devolver al Atlético a lo más alto de España y Europa.

Éxodo masivo

De Gea; Ufjalusi, Perea, Domínguez, Antonio López; Assunçao, Raúl García, Simao, Reyes; Forlán y Agüero. Con ese once salió Quique en Hamburgo ante el Fulham. Curiosamente, Raúl García no acostumbraba a ser titular en el once de gala del Atlético de aquella temporada, pero la baja de Tiago, que no podía jugar en Europa, propició su titularidad.

Cinco años después, cada jugador ha tomado diferentes caminos, siendo el navarro el último en salir del equipo. Y es que Raúl García puede presumir de haber estado presente en toda la etapa de crecimiento del equipo rojiblanco. Ganó la Europa League y la Supercopa de 2010 con Quique como entrenador, salió cedido a Osasuna en 2012 y regresó, ya con Simeone, para ser una pieza fundamental en el cuadro colchonero, con el que volvió a ganar otra Supercopa europea, una Copa del Rey, una Liga y una Supercopa de España. Especialmente relevante fue su participación en estos dos últimos títulos; marcó un gol determinante en la ida de la Supercopa en el Bernabéu y varios tantos de gran valor en la temporada en que el Atlético se proclamó campeón de Liga.

Foto: Atlético de Madrid

Tiago y Koke también estuvieron en Hamburgo

A pesar de que no jugaron un solo minuto en aquella final, Tiago y Koke sí que formaban parte de aquella plantilla. El portugués no pudo participar porque ya había vestido la camiseta de la Juventus en Europa aquel mismo año. Por su parte, Koke no contaba con demasiados minutos en la plantilla de Quique. El canterano era aún promesa por pulir, y no fue hasta la llegada de Simeone cuando empezó a coger un puesto fijo en el once titular.

Tanto Tiago como Koke han estado en la despedida que el club rojiblanco ha hecho a Raúl García en la sala VIP del Vicente Calderón, donde se le ha podido ver especialmente emocionado. "Cambiaría todos los títulos que he conseguido por mi familia y mis amigos, que los tengo aquí delante", declaraba el navarro. Y es que su salida, indudablemente, ha sido una gran pérdida emocional para la plantilla y la afición.