El Atlético de Madrid consiguió empatar en los últimos minutos al Real Madrid en el derbi capitalino. Vietto logró encontrar el premio del gol en la recta final en un gran final rojiblanco que bien pudo haber engordado más aún el premio. Los de Benítez marcaron muy pronto y a pesar de tener el dominio, fue muy estéril e inofensivo. Los de Simeone pudieron haber empatado en la primera parte, pero Griezmann fue superado por Keylor Navas en el cara a cara de la pena máxima y no llegó el gol. Al final el gol del ex del Villarreal hizo parte de justicia.

Casemiro y Carvajal, protagonistas inesperados

Benítez liberó a Kross para dar entrada a Casemiro. El brasileño, y más con su partido en el Calderón, será común verle en los onces en partidos de alta gama. El Real Madrid recuperó la figura del mediocentro defensivo, cosa que hacía años que echaba de menos en partidos de alta importancia. Su juego aéreo, su presencia en el ancho, su capacidad defensiva y la importancia en las segundas jugadas dieron el Madrid más consistencia, pero Kroos se quedó en tierra de nadie.

El alemán no se encontró. Ni en el inicio, ni llegando. Desapareció y Modric, pese a intentarlo, no tuvo el peso necesario. El ataque quedó obsoleto y no tuvo la fiereza que caracteriza la ofensiva blanca. Tan solo Carvajal en sus minutos supo crear daño en las entrañas rojiblancas llegando incluso a ser clave en el único remate con peligro visitante. Fue en la jugada del gol, donde ridiculizó a Filipe y regaló el tanto a la cabeza de Benzema.

Correa, un superdotado del juego entre líneas

Simeone lleva varios partidos sin cambiar ni un aspecto del dibujo. La incógnita últimamente es tan solo que nombres llevará cada ficha. El 4-4-2 está asentado y no hay quien lo mueva. Si bien es cierto que amenaza con la doble línea de tres en algunos partidos ( o parte de ellas), como si de un elemento inseparable se tratara, el equipo se dibuja por naturaleza a la línea de cuatro. La defensa no se discute, y la pareja uruguaya crece por momentos. Tiago y Gabi de nuevo casados en la medular, las dudas vienen en los costados y arriba. Esta vez Torres y Correa fueron los puntas, con Oliver y Griezmann en sus alas.

El canterano se vio superado por el partido. Sus ofrecimientos fueron en vano y en defensa bailó con la más fea. Oliver pasó sin pena ni gloria. Tiene la confianza pero debe ganar peso en el equipo y asumir más riesgos, y ante el Real Madrid no sucedió. Con Torres descolgado haciendo su trabajo de desgaste, las miradas se centraban en dos jugadores llamados a marcar las diferencias. Griezmann y Correa disiparon las dudas sobre cuál sería su sitio en el esquema; el argentino jugó por el interior y el francés abierto.

Griezmann está viendose eclipsado por el argentino en el juego cerca del área.

Correa se volvió a lucir y este ya era un partido importante. Es desequilibrante, tiene magia, tiene recursos y tiene carácter. No obstante, posee una cualidad que le bendice más y es su buen juego entre líneas. El joven delantero se mueve entre medio y defensa rival como pez en el agua. Su movimiento de piernas y su rapidez de pensamientos dan al Atlético un jugador muy aprovechable por el centro. A ese centro se arrima el francés, aprovechando las subidas de Juanfran, para recuperar un protagonismo que pierde en la banda. Griezmann, a pesar de sus desapariciones ante los grandes, está siendo desplazado por las variantes en la delantera. En lo que a Griezmann respecta, el descubrimiento de Correa es un arma doble filo.

Juanfran, más clave que nunca

El esquema de Simeone no se entendería sin la importancia de los laterales. Ser lateral en el Atlético es un puesto de ingenieros y por ello no puede hacerlo cualquiera. El Atleti no utiliza jugadores de banda en el ataque, pero no los necesita. La presencia de laterales carrileros permita al Cholo juntar cuatro hombres tapando el centro del campo, tanto para la destrucción como para la creación. Jugadores como Koke, Griezmann, Oliver, Saúl, y otros años Arda o Raúl García utilizaban el interior para ser volantes, y dejar el carril para la sorpresa de los laterales.

Filipe cada vez se parece más al que fue antes de marchar. Salvo en la jugada del gol, el brasileño ya está dejando síntomas de recuperación y el Atleti lo agradecerá, como agradece el nivel actual de Juanfran. El lateral derecho está en un momento de forma excelente y al equipo lo mejora. Es dueño y señor de todo el carril, libera a su interior y es un arma ofensiva. Es inteligente en defensa y sobrio en la elección. Tal es el nivel y su importancia que el domingo consiguió algo muy importante solo con su presencia: retener a Marcelo y cohibirle su ataque.

Acierto en los cambios

Simeone ha variado su manera de gestionar sus cambios y estamos en una era en la que el técnico argentino economiza y busca el cambio de la manera más rápida posible. Además los cambios realizados le sonríen, junto a la gran variedad de recursos que posee, y le funcionan. En esta ocasión Simeone cambió en el descanso a un Oliver desafortunado para dar entrada a Carrasco y con ello buscar un perfil más abierto e intentar la superioridad en la banda. El belga comenzó fallón pero fue un martillo pilón, y acabó por ser peligroso.

El Madrid no estaba bien, y el Cholo lo sabía. Con los últimos cambios intentó dar una frescura que hiciera daño a un rival pasmado. Y lo consiguió. Jackson y Vietto prometieron pelea desde el primer balón, tardíos en el protagonismo con balón, pero enchufados. Jackson destrozó a un débil Arbeloa y Vietto tiró de oportunismo para marcar el empate, producto de dos jugadores de refresco. Y lo cierto es que si no llega ser por Keylor, esa frescura pudo transformarse en otro gol.

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