No pudo ser. El Atleti Féminas claudicó ante el todopoderoso Olympique de Lyon. A pesar de la gran segunda parte del cuadro rojiblanco, en el que incluso se acortó distancias, el gol en el descuento de las francesas deja con un pie fuera a las colchoneras. La superioridad se vio plasmada en la primera mitad, pero en la segunda el equipo de Sopuerta metió el miedo en el cuerpo a las francesas. Una imponente Hegerberg con su doblete  y Necib marcaron los tres goles visitantes, mientras que Nago acortó a falta de veinte minutos.

Mucho Lyon inicial

Comenzó el encuentro con buenas sensaciones. Inicio con ganas y alegría de las jugadores rojiblancas. El equipo de Sopuerta se acercó al área con varias intentonas, protagonizadas en estos primeros 10 minutos por Beltrán. En una de ellas, Sonia pudo rematar un balón rechazado al borde del área, pero su balón se marchó desviado. Tan solo fue un espejismo, puesto que las francesas empezaron a estirarse y a dominar. Majri perdonó primero y Hegerberg después en dos jugadas bien trenzadas y acabadas en el área. El Lyon empezaba asustar y dominar con demasiada superioridad.

En el ecuador de la primera parte llegaría el gol anunciado. Necib finalizó una jugada dentro del área ante la impotencia defensiva. El gol no hizo reaccionar al equipo de Sopuerta y las francesas encerraban al Atleti en su campo sin llegar a inquietar a Lola.  La defensa del Lyon marcaba el centro del campo y las líneas atacantes combinaban y sumaban muchas jugadores. Incluso las laterales, hasta la lesión de Bremen, fueron unas delanteras más. El Atlético no se atrevía a perder el respeto y tan solo las recuperaciones de Messeguer y el corazón de León dejaron claro que las rojiblancas seguían vivas.

Hegerberg y Le Sommer fueron dos pesadillas para una defensa rojiblanca muy replegada

La superioridad se vio reflejada más aun cuando Hegerberg, pesadilla rojiblanca en la noche del miércoles, se antepuso en un córner aprovechando su corpulencia. La joven delantera dio un recital de juego de espaldas, calidad, carácter y sobre todo futuro.  El gol justo antes del pitido intermedio, precedido por un paradón de Gallardo, doblaba el resultado si bien la superioridad en sensaciones estaba siendo más grande.

Al más puro estilo Simeone

La segunda parte se preveía un camino de rosas para las francesas, pero nada más lejos de la realidad. El Atlético de Madrid emuló el espíritu de Simeone. El Lyon se confió y las rojiblancas se lo creyeron. Se comenzó solidificando la defensa, exceptuando dos paradas de gran magnitud de Gallardo. En este aspecto las laterales, Robles y León, tuvieron un papel muy importante, abortando los innumerables intentos de las carrileras francesas.  Tanto se creció el Atlético que llegó a marcar el gol del premio. Nago, recién incorporada, remachó un balón rebotado por la madera tras el remate de Rocío. Un gol muy celebrado, un gol de mucho prestigio, puesto que era el primer gol encajado esta temporada por el Olympique.

La corpulenta atacante noruega dejó helado al Cerro del Espino

Pero el gol no solo fue el gol del premio. El tanto colchonero hizo meter el miedo en el cuerpo a las visitantes. Los duelos eran ahora ganados por las españolas. Los errores eran franceses y las continuas recuperaciones eran rojiblancas.  Varias contras y varios balones colgados fueron las últimas intentonas del Atlético que vieron cómo, en el descuento, la inspirada Hegerberg anotaba el tercero. Jarro de agua fría para una gran segunda parte en la que el Atlético de Madrid metió el miedo en el cuerpo a las francesas.