En noches como esta es cuando Simeone demuestra que su famoso “partido a partido” no es un simple eslogan. Sin reparar en la importantísima cita europea que tiene el Atlético el próximo martes, el Cholo salió con todo al césped del Calderón para medirse al Deportivo de La Coruña. Empezó atacando el Atlético en un partido en el que los rojiblancos fueron dominadores de principio a fin. Sin que las ocasiones fueran demasiado claras en los primeros minutos, el conjunto del Manzanares dio en todo momento una sensación de seguridad que contagió a todo el estadio. La afición sí pensaba en la Champions y quería ganar por la vía rápida y sin sufrir.

No se hizo esperar mucho el primer tanto.  El autor fue Saúl, el goleador sorpresa de la temporada. El canterano hizo un gol marca de a casa, de esos que le gustan a él, llegando en carrera desde atrás y rematando de cabeza un centro de Filipe. Simples espectadores fueron los defensores blanquiazules a los que la rapidez del centrocampista les pilló algo dormidos. 1-0 y a por el partido. Nada de relajaciones porque el Atlético hoy estaba a la Liga. Había que buscar el segundo y los rojiblancos se volcaron en ello. Tuvo una muy buena Giménez al peinar una falta botada por Koke y otra Carrasco tras un tiro a bocajarro que despejó muy ateno Lux. Pero resistía el Deportivo.

Pese al resultado final, no fe un partido tan desastroso para el Deportivo como podría insinuar el marcador, pero es cierto que siempre estuvo muy lejos del conjunto dirigido por el Cholo. En las botas de Jona estuvieron las más claras de los blanquiazules, pero no fue suficiente para plantar cara a un Atlético que está crecido. Aún así rozó el empate al filo del descanso el mismo Jona en un uno contra uno con Oblak. Una acción visitante a la que rápidamente respondió Griezmann con otro mano a mano con el meta rival, una jugada en la que al francés se le marchó el disparo desviado por muy poco. No marcó ahí pero lo haría después. Y eso el Caderón lo sabía. Por eso la afición ovacionó al delantero pese al fallo.

Griezmann no falta a su cita

Pasó el descanso y el partido siguió igual. El Atlético atacaba y el Dépor trataba de aguantar. Carrasco pudo hacer el segundo a los pocos minutos de la segunda mitad  con potente un disparo, pero Lux se alió con el larguero para que la pelota no entrara. No pudo marcar el belga esta vez, pero que suerte tiene el Atlético de tenerlo. Carrasco es un rayo por la izquierda pero no se limita a crear peligro por su banda, sino que se mueve por toda la zona ofensiva para asistir, rematar o robar.

Y no podía faltar Griezmann a su cita con el gol. El francés superó su pequeña crisis unas jornadas atrás y ya no puede para de marcar. Puso el 2-0 en el marcador con un disparo raso pero potente. Y con este tanto el Atlético sentenciaba el partido, para alivio de cuerpo técnico y euforia de la afición. Fue entonces cuando Simeone decidió que se acabó la fiesta y que había que pensar ya en el PSV.

Sacó  el técnico del terreno de juego a Vietto, Griezmann  y Carrasco para meter a Kranevitter, Correa y Óliver. Unos cambios, a priori defensivos, que hacían pensar que los rojiblancos estaban contentos con el resultado. Pero Correa siempre busca el gol. Siempre. No mira marcadores ni calendario, sólo piensa en ataque. Su insistencia desde que tocó el verde tuvo premio en los últimos minutos, cuando el incansable delantero argentino superó a Lux en un mano a mano. Y con el 3-0 final se marchó el Atlético de Madrid del Calderón, con una goleada que deja dos cosas muy claras: los rojiblancos saben golear y no van a tirar la Liga.