El crecimiento que ha experimentado el Atlético de Madrid en los últimos seis años ha situado a la institución rojiblanca entre los mejores clubes de Europa. Esta progresión se materializará en el traslado a un nuevo estadio, un recinto acorde a la magnitud actual del club. El cambio de casa ha estado envuelto en la polémica desde que se anunciara la decisión. La ausencia de consulta a los socios, la precariedad de los recursos del nuevo emplazamiento o el valor sentimental de las orillas de Manzanares han provocado el descontento de la fiel afición rojiblanca, pero desde la objetividad, la construcción de un nuevo estadio presenta más ventajas que inconvenientes de cara a las intenciones de progresión del club.

Las inversiones de importantes grupos empresariales internacionales y los méritos deportivos han permitido al club embarcarse en la construcción nuevas y mejores instalaciones. De la mano de los arquitectos Antonio Cruz y Antonio Ortiz, el Atlético de Madrid construirá un estadio de primer nivel. Para ello, se han estudiado grandes recintos deportivos de toda Europa, de los cuales se han obtenido ideas tanto para en el ámbito de la arquitectura como en el modelo de traslado. Además, dentro del plan está incluida la construcción de una nueva ciudad deportiva junto al estadio, con residencia y varios campos de fútbol. Una gran obra con grandes costes, pero que también aportará grandes beneficios. Y son los beneficios económicos los que garantizan la viabilidad del proyecto.

El nuevo estadio contará con 68.000 localidades, siendo 8.0000 de ellas destinadas a las zonas VIP

En primer lugar, la mayor capacidad del nuevo recinto respecto al estadio Vicente Calderón se traduce en mayores ingresos por la venta de entradas. Se estima que las gradas cuenten con 68.000 localidades, de las cuales alrededor de 8.000 serán destinadas a las zonas VIP, más del doble que en el Calderón. Pero al margen del ingreso por taquilla, el club tendrá el inmenso respaldo económico del patrocinador que dará nombre al estadio. Ni un ex jugador, ni un presidente; el nuevo hogar rojiblanco se llamará WANDA Metropolitano, más rentable y con un punto sentimental. Por otro lado, se emplazará una zona comercial y de restauración dentro del mismo recinto, la cual será una fuente de ingresos más para el club. Todo esto sin olvidar los métodos de financiación que se seguirán manteniendo, como la celebración de diferentes eventos extra futbolísticos en las instalaciones.

Vista aérea de las obras del estadio / Club Atlético de Madrid

De igual modo que el traslado supondrá un gran impulso económico para el club, el cambio de sede significará un paso adelante en el plano institucional. Las comodidades y prestaciones que presentará el nuevo estadio se ajustarán a las condiciones exigidas por la UEFA, lo que posibilitará que el feudo rojiblanco se convierta en escenario de finales europeas o partidos oficiales de la selección española. Se trata de requisitos de seguridad, espacio, accesos o emplazamientos específicos para prensa, unos requisitos de los que carece el Vicente Calderón pero que sí cumplirá el futuro recinto. Y es que, cabe recordar, que en un principio la construcción de estas instalaciones estaba pensada para albergar unos Juegos Olímpicos que finalmente nunca se celebraron.

Más, más cómodos y más cerca

El diseño de las instalaciones fue pensado para el mayor confort y disfrute del aficionado. Uno de los objetivos de este nuevo proyecto es eliminar la distancia entre jugadores y afición, dirigirse hacia el concepto de unión, de equipo, en el que la hinchada también juega. Para ello, se reducirá la distancia entre el terreno de juego y la grada, potenciando el efecto ‘olla a presión’. De este modo, la afición podrá ejercer más presión sobre el rival y sentirse más cerca de los suyos.  

La grada contará con accesos para personas con discapacidad y presentará la suficiente distancia entre asientos para garantizar la mayor comodidad

Como ya se ha mencionado, habrá un mayor número de localidades, lo que posibilitará que acudan más seguidores a ver al equipo cada fin de semana. Además el recinto contará con un auditorio en el que se podrán visualizar los partidos jugados fuera de casa cuando se trate de finales y grandes citas. En cuanto a la grada, la separación entre asientos será mayor que en el Vicente Calderón, posibilitando el acceso a personas con discapacidad. Porque el acceso y la atención a las necesidades de todos los aficionados, sea cual sea su condición, fue una de las prioridades a la hora de elaborar el proyecto. Para ello se construirán ascensores, amplios pasillos y zonas habilitadas.

Vista del estadio desde uno d los accesos al recinto / Club Atlético de Madrid

Otra de las grandes novedades es que estará cubierto al 96%, por lo que, a diferencia de lo que ocurre actualmente, los asistentes podrán protegerse en días lluviosos. La espectacular estructura de la semicubierta a modo de ‘sombrero’, además de evitar que se mojen los aficionados, servirá para decorar la parte exterior del estadio, la cual se iluminará en los días de partido.  

4.000 plazas de aparcamiento y una estación de Metro a las puertas del recinto facilitarán la llegada de aficionados

Por último, la fallida candidatura a los Juegos Olímpicos ha dejado como herencia excelentes prestaciones en lo que a seguridad y transporte se refiere. En materia de seguridad, la disposición de los accesos facilita los controles policiales a la hora de entrar y los desalojos en el mínimo tiempo posible en caso de emergencia. También existirán entradas específicas para seguidores visitantes, con el fin de evitar enfrentamientos. En cuanto al transporte, la ausencia de parada de tren de Cercanías se disculpa con la presencia de una estación de Metro en la misma puerta del estadio, concretamente la más amplia de toda la red. Además, el recinto contará con 4.000 plazas de aparcamiento. Una ventaja respecto al estadio del Manzanares que sabrán apreciar los asistentes habituales.

Guste o no, el cambio está en marcha y no queda nada para que se produzca. Los beneficios serán muchos y para todos. Y en cuanto al valor histórico y sentimental del Vicente Calderón… la afición ha demostrado ser fiel al Atlético de Madrid juegue donde juegue.

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