Se avecina un partido de alta gama. Un encuentro de renombre, de obligatoria parada. Una cita marcada entre dos equipos generosos en el espectáculo en los últimos tiempos. Dos equipos que han asegurado dificultad y gran nivel en las últimas temporadas. Conocidos de sobra y especialmente solidarios con los amantes al fútbol cuando se ven las caras. Los Athletic – Atlético de Madrid dejan siempre un partido a la altura de dos grandes, de dos históricos. San Mamés vuelve a recibir al equipo colchonero y promete dejar un partidazo. Siempre una gran batalla.

El Athletic ya está quinto, recién eliminado de la Europa League, pero a la caza de un Villarreal que este fin de semana puede dejar puntos en el Bernabéu. La Champions como propuesta es más que atractiva para los de Valverde, pero no menos es la lucha que recientemente se ha igualado en la cabeza de la Liga. Los de Simeone luchan, otra vez, ni más ni menos que por el campeonato. El partido se cotiza en grandiosa alza, y la historia de este encuentro seguirá siendo colosal.

Toda esta recién e interesante historia entre leones y colchoneros comienza, seguramente, en aquella final de la Europa League. Un recién llegado Simeone  y un indomable Falcao goleaban a los de Bielsa apeándolos de poder ganar el título. A pesar del baño de fútbol que había recibido el equipo madrileño en Liga en San Mamés, con Manzano aún como técnico, aquella final cambiaría la altura de estos partidos. En la siguiente temporada, el partido de La Catedral se tradujo en revancha, por la misma diferencia, con goles de San José, Susaeta y De Marcos. El Athletic no olvida.

Revancha de Bucarest, partidazo de Costa y el génesis del Principito

Una temporada más tarde, el partido alcanzaría el título de grandioso, y no defraudó en las dos citas que tuvo. En Copa, la pareja rockera, Raúl García (ahora en el Athletic) y Diego Costa se cargaron a los bilbainosEn la noche liguera, el Atleti de Simeone estaba señalado a dos dedos; uno desde Concha Espina, otro desde Barcelona. La salida más complicada, San Mamés, de las que quedaban en el calendario de un sorprendente e inesperado Atleti líder de liga. Diego Costa, bajo la lluvia, conquistó tierra bilbaína empatando el partido y dando una cátedra de lucha bajo el aguacero. El Cholismo agrandó su historia en aquel partido en el que Muniain adelantó a los vascos pero Koke firmó la remontada y reafirmó ese imprevisto liderato.

Y si Diego Costa se acabó coronando en terreno vasco, La Catedral también sería testigo de la primera exhibición del héroe moderno: el Principito. Griezmann anotó un triplete y comenzó su explosión como rojiblanco en el feudo del león. El francés inició con esos tres goles, en aquel 1-4 ante el Athletic, su camino a estrella. El Atlético de Madrid empezó a destapar a su líder reciente desde su partido ante los leones. San Mamés, Athletic y Atlético, juntos, nunca defraudan. Una dura batalla. Griezmann amenaza de nuevo, la herida de Bucarest sigue escociendo. Liga y Champions en juego. Se avecina partidazo, otro capítulo más.