No defraudó el Atleti ya que casi nunca lo hace, realmente. Luchó como nunca, y ganó. Lo hizo gracias a un gol antológico de Saúl. De esos de leyenda, de partidos grandes. Un primer paso hacia la esperada final de Milán.

No dio sorpresas Simeone, que con Carrasco lesionado alineó al once esperado, con la pareja Savic-Giménez como centrales. Guardiola por su lado parecía tenerlo claro: jugar por todas partes. Por dentro, si es necesario, con Xabi, Vidal y Thiago. Pero sobre todo, abrir el campo e intentarlo por fuera para buscar huecos en la zaga rival. Ahí aparecieron Douglas Costa y Coman para relegar al banquillo a Müller e incluso a Ribery.

El Atleti situaba su presión en el centro del campo y buscaba verticalidad cuando encontraba el balón, pero a los diez minutos el canterano Saúl ya había perdido un par de pelotas. Como si le quedara grande el partido.

La lucha inicial se eclipsó con la obra maestra de Saúl. Recibió en zona de tres cuartos, se fue en potencia de Thiago, hizo un doble recorte a Bernat y Xabi Alonso, se adentró en el área, caracoleó y amagó ante Alaba y, con la zurda, acarició el balón al lado contrario de Neuer. La locura se apoderó del estadio Vicente Calderón.

El Bayern no tardó en reaccionar y la respuesta de Simeone fue replegarse y aguantar. Si algo saben hacer los pupilos del "Cholo" es sufrir.

El encuentro llegó a un descanso donde ambos entrenadores reforzaron la estrategia a seguir. El Bayern por su parte saltaría al campo con intención de dominar el juego para tratar al menos de hacer un gol. Por su parte, los jugadores rojiblancos iban a continuar con una defensa férrea pero tratando de sorprender a la contra al conjunto bábaro.

Douglas Costa siguió dejando destellos de la gran estrella en que se ha convertido y Coman, de lo que está a punto de convertirse. Filipe impidió un crecimiento aún mayor del francés. El Bayern acorraló al Atleti nada más salir del vestuario y empezó a generar una ocasión tras otra.

Javi Martínez cabeceó a las manos de Oblak  y Simeone se dio cuenta de que algo no funcionaba. Cambió a 4-5-1 escorando a Griezmann, pero el asedio siguió. Así que volvió al plan inicial y metió de nuevo al francés en punta.

El Niño tuvo la mejor del Atleti en la segunda mitad, en un contragolpe en el que recibió de Griezmann en el área. La grada pedía un disparo algo lejano, él puso pausa transformada en infartos. Recortó con la derecha y se sacó un precioso tiro con el exterior que se topó con el palo. Muchos ya se veían con un pie y medio en Milán.

El encuentro finalizaría con un equilibrio de juego entre ambos equipos, ya que el conjunto de Pep casi dio por buena la derrota en vistas de los que pudo haber sido si Torres hubiera anotado el segundo para los colchoneros.

La fotogalería completa del partido, en Flickr.