Pocos podían imaginar que aquel chavalín de 19 años que buscaba su oportunidad en el Atlético haciendo méritos en el Rayo Vallecano pudiera llegar a tener la trascendencia que tiene a día de hoy en el club rojiblanco. En menos de dos años, desde que Saúl regresara del conjunto dirigido por Paco Jémez, el ilicitano se ha convertido en una pieza absolutamente fundamental en el esquema de Diego Pablo Simeone.

Hoy nadie duda de que Saúl tenga un hueco en este Atlético de Madrid. No solo eso. Nadie duda de que tenga un hueco en su once. Y eso son palabras mayores. Y lo ha hecho, sin ninguna duda, merecidamente. A base de esfuerzo, calidad y personalidad. Como la que demostró el miércoles pasado en el encuentro ante el Bayern en el Vicente Calderón. Porque enfrente tenía al Bayern de Guardiola, un equipo repleto de estrellas al que nadie desea enfrentarse.

Un gol para la historia

Saúl lo hizo. Agarro el balón en tres cuartos, en una zona aparentemente sin peligro, y se armó de valor. Se contagió de todo aquello por lo que les hace luchar el “Cholo” y, él solito, se enfrentó al Bayern. Noqueó a sus compatriotas Thiago Alcantara, Bernat y Xabi Alonso en un eslalón maradoniano y se batió en duelo con David Alaba, uno de los mejores defensas del mundo. El final de la historia ya lo saben. Saúl tampoco se amilanó ante el austriaco y anotó el que, palabras textuales, es “el gol más importante de su vida”.

Posiblemente lo fue. Pero nadie duda que detrás de él vendrán otros. Y es que el del pasado miércoles fue el partido de confirmación de Saúl, cuya evolución en los últimos años está siendo estratosférica. Una evolución que no ha hecho más que empezar y que, por ejemplo, ha hecho que muchos le reclamen como uno de los elegidos por Vicente del Bosque para acudir a la Eurocopa que se disputará este próximo verano en Francia.

La evolución de Saúl

Pocos sabrán, seguramente ayudará el que no será un dato que se encargue de difundir el propio Saúl, que el ilicitano pasó algunos años en la cantera del Real Madrid. Hasta que, con 13, se incorporaría de forma definitiva a la estructura del Atlético. Desde aquel día, su ascenso ha sido meteórico. Indiscutible en todas las categorías del futbol base rojiblanco, la selección española pronto llamaría a su puerta. Un fijo desde la sub-19, con la que debutó en 2012.

Hasta su vuelta al Atlético, tras la cesión de la 2013-14 al Rayo Vallecano, siempre se había asociado a Saúl a posiciones del centro del campo. De hecho, el propio Paco Jémez utilizaría al jugador rojiblanco incluso como central, en una decisión que sorprendió pero que supuso una situación que el ilicitano cumplió con brillantez. A pesar de sus, por entonces, 19 años. Tras el periodo de préstamo, el “Cholo” utilizaría a Saúl como interior. Una posición a la que no estaba habituado, pero resultado de, probablemente, una estrategia del técnico rojiblanco, buscando provocar una evolución similar a la de su hoy compañero Koke.

Le costó adaptarse. Durante toda la campaña 2014-15, el rol de Saúl fue, aunque siempre aportando buenos minutos, de actor secundario. Le costó adaptarse al esquema de Diego Pablo Simeone, que siempre necesita el 100% de aquello que busca para poder otorgar un espacio en su once. Saúl aceptó el reto. Ya lo dijo Jémez: “Es excesivamente trabajador”. Había peleado por llegar a donde estaba y no iba a desaprovechar su oportunidad. A veces la vida tan solo te da una.

El año de su confirmación

Y vaya si lo hizo. Lo del miércoles no es sino el resultado de una temporada que merece el sobresaliente pero a la que le falta el último empujón. Los exámenes finales de una época estudiantil que perfectamente podría estar viviendo Saúl. De momento, la que se disputa en territorio nacional pasa por derrotar a un Rayo Vallecano del que seguro que Saúl guarda buenos recuerdos. Se enfrenta el rojiblanco a su ex equipo, donde aprendió mucho y bien con Paco Jémez, pero convertido en un jugador completamente diferente.

En Vallecas jugó 38 partidos, anotando 2 goles. Este año, en el Atlético, ya lleva 9 en 44 encuentros. Una estadística que pone en evidencia que el salto de Saúl no ha sido solo en lo cualitativo, sino también en lo cuantitativo. Tiene gol. Lo vimos el miércoles. De aquí al final, el Atlético tiene, si consiguen doblegar al Bayern, cinco citas para pasar a la historia. Hoy nadie duda que Saúl será, seguro, de los que la escriban.

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