Si el Atlético de Madrid tiene alguna posibilidad de vengarse de lo sucedido en Lisboa, esa se presenta el próximo 28 de mayo en Milan. Ya dijo Simeone en su momento que ningún derbi de Liga o eliminación en Copa sería comparable a aquella final de la Champions de 2014, pero el destino, siempre caprichoso, ha vuelto a cruzar a merengues y colchoneros en otra final de Champions apenas dos años después.

El Real Madrid se ha plantado en la final tras eliminar en semifinales al Manchester City. Tras un insulso 0-0 en el Ettihad, el equipo de Zidane ha conseguido imponerse en el Santiago Bernabéu ante un decepcionante equipo 'citizen', que apenas ha creado peligro sobre la portería de Keylor. Un gol en la primera parte provocado entre Bale y Fernandinho acabó siendo decisivo para el devenir de un encuentro plano donde el Real Madrid fue mejor, pero acabó relajándose en exceso ante un City que no dio muestras del motivo por el que llegó a semifinales. Antes del City, el Real Madrid tuvo que eliminar al Wolfsburgo en cuartos de final y a la Roma en octavos.

En frente, un equipo por el que pocos apostaban hace algunos meses, pero que ha vuelto a romper las estadísticas para colarse en su tercera final de Champions de la historia. En semifinales, un duro rival como el Bayern, que pasó por encima del cuadro de Simeone pero cuyo 2-1 de la vuelta fue insuficiente tras el 1-0 del Vicente Calderón. Antes, el Atlético de Madrid tuvo que eliminar al actual campeón europeo, el Barcelona, después de haber tenido que jugarse su pase a cuartos en una tanda de penaltis ante el PSV.

Real Madrid y Atlético de Madrid se plantarán en San Siro en un momento de la historia donde parece que el conjunto de Simeone ha cogido el 'truco' a los blancos. En los últimos 12 derbis, los de la Castellana solo han ganado dos, ambos pertenecientes a la máxima competición europea (final de Lisboa y cuartos de final de 2015). Por su parte, los rojiblancos han conseguido seis victorias en un período en el que ha habido cuatro empates. San Siro volverá a decidir el último dominador de la capital.