Como una película de terror que se repite cada año. Así se presentan los finales de temporada últimamente para el Atlético cuando al mirar el calendario, en la época donde hay que jugarse los cuartos, aparece la visita al Ciutat de Valencia. Da igual que los valencianos se jueguen o no algo, no es el rival más agradable ni sencillo para los de Simeone, mucho menos lejos del Vicente Calderón. De hecho, el técnico argentino no ha ganado a los granotas como visitante desde que se sienta en el banquillo rojiblanco, y el Atlético no lo hace desde 2007, en la temporada en el que el conjunto levantino descendió a Segunda. Desde el regreso a Primera División en la 2010/2011 los madrileños han cosechado dos empates y dos derrotas.

Ya la última temporada retrasó la consecución del objetivo (en aquella ocasión la tercera plaza disputada ante el Valencia), cuando los rojiblancos llegaban al Ciutat con cuatro puntos de ventaja, que pudieron ser seis ya que los chés también empataron ante el Real Madrid. El Levante se adelantó en dos ocasiones pero los goles de Siqueira tras el 1-0 y de Torres en la recta final maquillaron el pinchazo ya que a la postre ese empate sería definitivo para certificar la tercera posición en la última jornada frente al Granada CF, en la que un punto era suficiente.

El día que el Levante alejó la Liga del Atlético

Sin embargo, el auténtico traspié llegó en la temporada 2013/2014, un año similar al actual en una situación similar a la actual. Por entonces, los de Simeone eran líderes destacados, con cuatro puntos de ventaja con respecto al FC Barcelona y cinco con respecto al Real Madrid a falta de sólo tres jornadas. La victoria hubiese sido el golpe definitivo al campeonato liguero. Los rojiblancos, al igual que ahora, llegaban justo después de clasificarse para la final de la Champions League tras vencer 1-3 en Stamford Bridge; los granotas, igual que pasará el domingo, no se jugaban nada ya que estaban en la zona cómoda de la clasificación con 42 puntos.

Siempre se dice en las últimas jornadas que gana el que más lo necesita, algo que no se cumplió en el Levante-Atlético. Los granotas le amargaron el día a los rojiblancos y a punto estuvieron de amargarles la temporada. Todo era un cuento de hadas al empezar la tarde. A las 16 horas del sábado tres de mayo, el FC Barcelona iniciaba ante el Getafe su partido de la jornada 36 en el Camp Nou y dos horas después tan sólo había sido capaz de sacar un punto. Esto dejaba la pelota en el tejado atlético, una victoria sentenciaba la Liga e incluso un empate la hubiera dejado bastante encarrilada.

Todo esto se torcía al inicio de la jornada del domingo, a las 17 horas era el turno de los rojiblancos y siete minutos después ya iban por detrás en el marcador tras un gol de Filipe Luis en propia portería. El Atlético se volcó en busca de arreglar aquel descosido pero un contragolpe de Barral en el minuto 70 sentenció el encuentro y con ello hizo bueno el empate del FC Barcelona, puesto que había un enfrentamiento directo en la última jornada. No todo fue malo aquel día, ya que horas más tarde, el Real Madrid fue incapaz de ganar al Valencia CF en el Santiago Bernabéu.

De haber conseguido la victoria, el empate ante el Málaga CF hubiera valido para cantar el alirón en el Vicente Calderón. La derrota hizo que el Atlético tuviera que ganar y esperar el pinchazo blaugrana, que finalmente se dio ya que empató a cero en Elche, aunque los rojiblancos no lo hicieron bueno ya que también empataron ante los andaluces. A pesar de sendos tropiezos, el Real Madrid quedaba descolgado tras caer en la penúltima jornada en Vigo. El asalto decisivo sería en el Camp Nou entre FC Barcelona y Atlético de Madrid y todo ello debido a la visita al Ciutat de Valencia dos jornadas antes. Ahora, el Atlético no depende de sí mismo ya que el conjunto de la ciudad condal es el líder, sin embargo, un nuevo pinchazo en Valencia significaría el adiós a todas las opciones de conseguir el título liguero.