“En la vida no hay revanchas, sino nuevas oportunidades. Y esta es una nueva oportunidad”. Esas fueron las palabras de Simeone tras finalizar el encuentro de vuelta de las semifinales de Champions ante el Bayern, cuando uno de los periodistas le planteó la final ante el Real Madrid como revancha. Y esa es la realidad que se le presenta al Atlético de Madrid dos años después de una de las derrotas más dolorosas de su historia.

Recordar, afrontar y superar

El 24 de mayo de 2014 el equipo rojiblanco estuvo a un paso de alzarse por primera vez con la ansiada Copa de Europa. Aquel terrible minuto 93 y ese gol de Sergio Ramos privaron a los rojiblancos de un sueño que llegaron a rozar con la punta de los dedos. Una pesadilla repetida recurrentemente a lo largo de dos años. Un injusto final para un equipo que había merecido el premio durante los 90 minutos.

Y he aquí que las circunstancias han querido que tan solo dos años después ambos equipos vuelvan a cruzarse en una final de Champions. El escenario en esta ocasión será el estadio de San Siro en Milán. Los colchoneros no han olvidado aquel fatídico día del que se cumplen dos años a falta de cuatro días para la final. Un partido que servirá para superar los posibles miedos, los complejos, las dudas y en definitiva dejar de mirar al pasado.

Juanfran: "Que los nuestros estén tranquilos, volveremos a jugar una final"

Como un símil de la vida misma, el fútbol le ha dado al Atlético de Madrid una nueva oportunidad. Nadie vive del pasado, ni para bien, ni para mal. El pasado está para recordar y sacar todo lo positivo incluso de las malas experiencias, para afrontar los errores, tratar de corregirlos y superar las adversidades. Y con esta nueva oportunidad tratar que ese pasado quede atrás y que el futuro, es este caso el del campeón, sea en rojiblanco.

Aquel 24 de mayo, aun sobre el césped del Estadio da Luz y con la dura derrota sobre los hombros, Juanfran mandó un mensaje a los aficionados: “que los nuestros estén tranquilos, volveremos a jugar una final”. Quien iba a decir a esos aficionados entristecidos entonces, que esas palabras del lateral rojiblanco iban a hacerse realidad tan solo dos años después, que su equipo volvería a una final, a tener ante sí la oportunidad de tocar el cielo.

El Atleti jugará su tercera final, la segunda en dos años

“Volveremos, volveremos, volveremos otra vez”, así comienza uno de los cánticos de la afición colchonera. Esa fe, ese coraje y un equipo que sigue demostrando una temporada más que han llegado a lo más alto para quedarse, han conseguido cumplir una promesa hecha a su afición. Han vuelto a llegar a una final y las oportunidades no hay que dejarlas pasar. Es la tercera a la que llega el Atleti y dicen que a la tercera va la vencida.

Primero fue el Bayern y después el Real Madrid, quienes acabaron con los sueños rojiblancos en las finales precedentes. Este año el Atleti tiene la oportunidad de vengarse de ambos, aunque el Cholo no crea en la venganza. Después de cuarenta años esperando, el Atleti logró vencer a los alemanes y quitarse una vieja espina. El sábado los rojiblancos tendrán ante sí la oportunidad de olvidar el pasado y hacer que el 28 de mayo de 2016 se recuerde porque los colchoneros al fin tocaron el cielo.  

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