Sublime. Una palabra cercana o tecnicismo de esta, es la más apropiada para encabezar una final así. De nuevo los vecinos, retados en Lisboa y con una revancha en el aire. Un desafío ante fatal desenlace para indios, una recogida de guante de vikingos. Madrid toma Milán como símbolo de conquista de toda Europa. El legado futbolístico habla español, el dominio es aplastante y seremos testigos de quién tendrá el gran poder.

Una final para creyentes del destino. Un partido para ateos de la casualidad. Tras la batalla Lisboa 2014, toca la reválida. Ni en el mejor guion cinematográfico, ni en los más sagrados libros de milagros y leyendas. Los ‘galos’ rojiblancos no resistieron toda la batalla y los de Concha Espina acabaron por ganar el duelo. “Nos volveremos a ver” parecieron decir los de la ribera del Manzanares, y así es.

Ninguno de los dos se querían perder esta posibilidad, el destino tampoco. El Atleti ofreció revancha o una segunda oportunidad, el Real  Madrid la aceptó. Caminos de espinas para unos, de rosas para otros, en Milán está el gran rosal de la Champions. San Siro, con el permiso de Guiseppe Meazza, acogerá otra pequeña guerra entre madrileños y otra parábola más en los libros del fútbol.

Simeone, el cabezón

Llegó para cambiar el Atleti. Lo hizo. Hizo de un equipo inestable, frágil, sin rumbo, un equipo sólido, firme y con una idea fija. De una defensa de humor, a una defensa de miedo. De un puzzle sin hacer, un cuadro de Múnich. Creó un equipo ganador. Un conjunto creyente, absorbido por las ideas de ese argentino loco que les hizo creer que adentrarse entre los grandes, sea cual fuera el nombre, era cuestión de trabajo y fe.

Regresa a una final de Champions en el empeño de hacer grande a este Atleti

Y así ha sido. Simeone ha hecho campeón y ha colado a su Atleti entre los grandes con la misma columna vertebral que navegaba sin rumbo y sin prestigio, a pesar de las bajas de los grandes jugadores que emigraban en búsqueda de un mundo mejor; infieles. Simeone no promete pero cumple. Trajo ya una copa en el Bernabéu ante un Real Madrid que exigía un derbi decente, cambió el viento de los derbis. Trajo una Europa League. Trajo Supercopas. Por dos minutos casi trae una Champions y hoy, utopía aparte, devuelve a una final de la máxima competición europea. Simeone tiene muchas cosas buenas, pero la de ser un cabezón, también.

A justificar los medios

Desterrado de Copa del Rey, caos en el vestuario con un Rafa Benítez que no cuajó, disparate primera mitad de Liga a más de diez puntos del líder. Prólogo de una historia de miedo, de tristeza. Para nada vaticinio de un final feliz, pero lo bonito de los cuentos en el fútbol es que el final lo escribe cada uno. Pese al aterrador comienzo de la historia, el Real Madrid se ha visto enderezado a tiempo para poder enmendar la mala temporada y poderla maquillar de la mejor manera. Ya sucedió así, entre otras veces, en Amsterdam. El fin justifica los medios.

Para ell Madrid esta final puede corregir una temporada garabateada en un principio

La llegada de Zinedine Zidane, héroe de la novena, no tenía otro plan que calmar los ánimos. Apaciguar. Calmar a la furiosa masa aquejada de una pésima temporada. La figura respetada del francés haría bajar los nervios, pero no solo eso. A pesar de que no ha podido demostrar gran cosa tácticamente, el respeto que desprende la figura de “Zizou” y el feeling con la plantilla ha sido suficiente para que el Real Madrid responda en liga. En Champions, la fortuna de los cruces ha hecho muy cómoda la llegada a una inesperada final en tan irregular temporada. El hecho es que los blancos están en una final y aquí se mueven como pez en el agua.

El parón marca a los dos equipos

Tras acabar la competición que le quedaba a ambos hace dos semanas, el Real Madrid y el Atleti llegan a la final con un parón de casi una quincena. Descanso obvio para ambos, pero bajada de pulsaciones y motor. Llegar a una final con tanta bajada de tensión por la no competición puede ser perjudicial para los equipos que han preparado la final con mucho tiempo pero sin el rodaje que da el competir al menos una vez por semana.

El estado físico y el estado activo de las piernas será la gran incógnita, si bien el juego parece bastante claro. El 4-4-2, con posibilidad de 4-5-1 del Atleti parece claro. Con la única duda de si jugará Savic o Giménez, los rojiblancos  jugarán con los 4 centrocampista de garantías y Torres como punta. Carrasco será el arma sorpresa. Compases de ritmo, tensión, intensidad; compases de achicamiento, de encogimiento y resguardo. Predecible pero sin antídoto. Así ha eliminado a los dos favoritos de esta Champions. Una pasada.

Los de Zidane tienen menos argumentos tácticos, menos variantes y menos soluciones lejos del cambio de jugadores, pero cuentan con jugadores letales. La BBC amenaza el fuerte rojiblanco y en el centro del campo estará Casemiro, el hombre de garantías en estos partidos. Modric y Kroos tendrán que nutrir juego en la franja más peligrosa rival, claves. Parece claro que el juego madridista pasa por el estado de las líneas y en la constancia de ataques clarividentes. Un jeroglífico que lleva al objetivo.

Las bajas importantes no son actuales

Sin bajas primordiales, al menos en la actualidad. La única baja por lesión es la de Varane. El francés se rompió en uno de los entrenamientos de esta semana, fruto posiblemente de la obligación del incremento de intensidad de los preparativos ante tanta pausa. Sin embargo el francés no ha sido titular en la recta final de temporada, superado por un Pepe rejuvenecido.

Caso parecido ocurre con Tiago en el Atleti. El portugués está a disposición, pero su baja desde hace casi medio año ha sido un lastre para el equipo. Su baja fue noticia hace meses, pero su repercusión sigue teniendo eco, un eco que incrementa en una final. Augusto Fernández ha ido ganando méritos (partidazo ante el Bayern en el Calderón) para acabar siendo una gran respuesta a tal importante baja y será el sustituto ante el Madrid.  

Derbi decente

Una pancarta con el lema “se busca rival digno para derbi decente” aparecía en uno de esos tantos derbis madrileños ganados por el gigante Real Madrid al perdido Atleti. Simeone tomó nota y desde su llegada la historia cambió. La crecida rojiblanca desde la llegada del argentino ha repercutido, lógicamente, a los enfrentamientos entre madrileños. Ahora los Madrid-Atlético son partidos más que igualados y el Atleti tiene tomada la medida a los blancos.

El Madrid desde la final de Lisboa tan solo ha ganado una sola vez al Atleti en ocho enfrentamientos

Desde aquel gol de Miranda en la prórroga de la final de Copa de 2013 que rompía todo un maleficio, el Atleti ha igualado las fuerzas en los derbis. Es más, desde la final de Champions ante los propios madridistas, los colchoneros tan solo han perdido un partido de ocho ante el Madrid. Aquel gol de Chicharito supuso la única victoria blanca en los últimos ocho partidos enfrentados entre sí desde la final de Lisboa. Esta temporada, un empate in extremis de Vietto en el Calderón y una victoria visitante en el Bernabéu son los precedentes a esta gran final.

Claves del partido

-El tesoro del gol. Goleadores en racha en el Atleti, la BBC en el Madrid. Ataques con gol, pero con dos porteros que seguramente se repartan la cima como mejor portero del año. Dos seguros en cada portería.

-Juego aéreo. Gran poderío de ambos en jugadas por el aire. Es cierto que el  Atleti ha dejado de ser ese equipo temido en las jugadas de estrategia, pero sigue teniendo a Godín, Savic, Saúl o Torres, y el Real Madrid tiene  a Ramos, Cristiano, Pepe o Bale. Lisboa tuvo tres goles de cabeza, dos de córner.

-Cartas sobre la mesa. Dos equipos predecibles, pero difíciles de defender o de atacar. El Atleti alternará esperar con presionar. Alta intensidad. El Madrid dependerá de los espacios que puedan encontrar Modric o  Kross. Trabajo de Casemiro o de Augusto claves, espaldas de cuatro laterales muy ofensivos. El Atleti gana en táctica y corazón, el Real Madrid en calidad individual.

Jugadores a seguir

Cristiano Ronaldo

En una final no son otros sino los elegidos los que deben acentuar la precaución. Cristiano Ronaldo, eclipsado por la eterna comparación con Messi, no deja de ser el hombre de las finales, de los partidos importantes. 11 goles en 17 finales disputadas. Desequilibrador, siempre aparece. Tiene el gol por castigo, da igual si lo dan por muerto o por desaparecido, aparece. Su “peor” temporada, la de su “venta” ya ha llegado a los 50 goles. Por dentro, por fuera, por arriba o por abajo, con ángulo o sin ángulo, derecha, izquierda, cabeza, penalti, falta. Es insaciable.

Fernando Torres

 Por parte del Atleti habrá que tener especial atención por su hombre finales. El Niño, pese a quién le pese, aparece en partidos importantes. Es algo que lleva innato. El gol de la Eurocopa, gol también en la final de 2012. Gol ante el Benfica con el Chelsea. Marcó en semifinales ante Barcelona también con los británicos, también con el Atleti y al Atleti. Participó en la final ante el Bayern. Amargó la Copa del Rey el pasado año al Real Madrid. Además de su historia en partidos importantes, tiene experiencia en grandes días y viene en racha. Torres siempre aparece y es el partido de su vida.

Posibles onces

 

VAVEL Logo