El Atlético de Madrid completó, con victoria, su segundo partido de pretemporada. Tras el partido ante el Numancia, el equipo rojiblanco comenzaba su participación en la Internacional Champions Cup ante el Tottenham y así seguir con la preparación veraniega. Un gol de Diego Godín valió para imponerse a los ingleses con más practicismo que soltura. El partido dejó varios aspectos reseñables.

Dos esquemas, vieja usanza

El primer test serio para el Atleti y para Simeone. Un once más reconocible, variantes en búsqueda de evolución y pocos cambios. El partido requería una seriedad mayor y la pretemporada avanza. Para el partido ante el Tottenham, el técnico argentino colocó un esquema reconocible y cerca de una realidad competitiva. 4-4-2 con Gabi y Tiago como doble pivote (como en las mejores ocasiones) y Saúl y Thomas como volantes. Fernando Torres y Héctor Hernández se repartirían la punta.

Simeone empezó con un esquema reconocible pero con la presencia de dos delanteros de espacio, ausencia de un enganche al estilo Griezmann. Poco balón, juego directo

El plan era claro: cuatro “mediocentros” que ocupen el ancho y dos delanteros de espacios para lanzar ataques. La presión se focalizaba en segunda línea donde Gabi se uniría a la línea posterior. Un Atleti muy reconocible, donde Koke podría entrar por Thomas en un hipotético once en competición pero donde bailaba una pieza fundamental: el enganche.

El jugar con dos delanteros de espacios hizo que el Atleti echara de menos un jugador enganche, un Griezmann. Thomas, el que mejor entendió el intercambio de movimientos o un  Fernando Torres que intentó por confianza y jerarquía ser lo que no es, intentaron ser ese enganche inexistente.  El Atleti ganó, como casi siempre, que el equipo rival no creara en el inicio por presión alta y que en el centro se ahogara ante cuatro todoterrenos atados por una hipotética cuerda.  Sin embargo en ataque perdió la unión que normalmente habla francés.

El Atleti también jugó con un 4-1-4-1, el plan B del “Cholo”

En la segunda mitad, Simeone introdujo dos cambios y se pudo ver un 4-1-4-1.  El esquema tampoco es nuevo para este Atleti. Gabi hizo de ancla entre defensa y medio, y delante una línea de cuatro con Thomas y Saúl de interiores, Caio escorado a un lado (pero de mismas características) y Moreno como único jugador de exterior.  El canterano realizó el rol que podría acercarse al realizado por  Carrasco.

Con la salida de Amath el Atleti volvió al 4-4-2 en un partido en el que faltaron cosas, pero en el que sobró oficio e ideas. El equipo sigue igual, sabe con los ojos cerrados como moverse y que debe hacer, y los jugadores se acoplan a todo. Además, la estrategia y el juego a balón parado volvieron a funcionar y tuvo de nuevo protagonismo. Un partido con aires antiguos pero que demuestra que la filosofía no cambia.

Gabi y Vrsaljko

Muchos nombres propios en el primer test de altura del verano. Oblak salvó a los rojiblancos, la defensa estuvo firme, Tiago volvió a ser Tiago, Torres sigue fino,  los canteranos. Sin embargo dos nombres se llevan los focos: el lateral Vrsaljko y el capitán Gabi. El nivel de ambos jugadores fue sorprendente y positivo a estas alturas de verano.

El croata destacó por su presencia en ataque, por su soltura y su capacidad para multiplicarse. Además demostró gran capacidad de sacrificio en defensa y eso alegra a Simeone. Juanfran puede tener buen recambio. Por otro lado, el capitán, que acostumbra a crecerse y alcanzar la mejor forma a final de temporada, dio una lección en el segundo partido de la pretemporada. Recuperaciones, cátedra táctica, sacrificio y ayudas ofensivas. Gabi demostró seguir a un nivel muy alto. El Atleti lo celebra.