OBLAK, JUANFRAN, SAVIC, GODÍN, FILIPE LUIS, TIAGO (F. TORRES, MIN.45), GABI (GAITÁN, MIN.57), SAÚL, KOKE, CARRASCO (CORREA, MIN.70) Y GAMEIRO. Estos fueron los 14 jugadores que saltaron ayer al césped del Vicente Calderón, en el último de sus estrenos ligueros.

Oportunidades, muchas; acierto, relativamente poco. Los rojiblancos acosaron la portería defendida por Fernando Pacheco. El portero de 24 años, procedente de las categorías inferiores del  Real Madrid, juntó en un mismo cazo fortuna y reflejos. Gran actuación del guardameta español, con quien a buen seguro Kevin Gameiro ha tenido pesadillas.

El francés partió en el equipo titular, contando con la confianza de Simeone. Cogi. Heredó el dorsal “21” que dejó Carrasco y lo intentó como si llevase jugando al lado de sus nuevos compañeros toda una campaña. Sus compañeros le buscaron y el no cesó en su empeño por realizar el mejor desmarque posible. Erró antes del descanso una ocasión clara de gol. El Calderón le aupó y Gameiro se lo creyó.

En la reanudación, formó pareja de ataque con Fernando Torres. El ‘9’ rojiblanco cuajó una buena segunda parte, propiciando multitud de ocasiones. Tuvo la mala fortuna de chocarse también con el muro que Mauricio Pellegrino edificó en el Deportivo Alavés. Un palo y varios fueras de juego señalados por parte del asistente que no lo eran, la parte con menos fortuna de su actuación.

Simeone sacó toda la artillería de ataque a relucir, llegando incluso a contar con cuatro delanteros sobre el terreno de juego: Gameiro, Torres, Gaitán y Ángel Correa. Los argentinos añadieron el picante que necesitaba un encuentro que, aún siendo entretenido desde el primer minuto, estaba falto de un jugador pillo como Correa y uno técnico como Gaitán. El ‘23’ realizó varios centros al área con acierto y se asoció bien con Filipe Luis, a pesar de jugar en la banda contraria, a pierna cambiada.

El gol no llegaba y tanto jugadores, como equipo y afición se estresaron. Barcelona y Real Madrid habían conseguido sin mucha objeción los primeros tres puntos de la temporada y el Calderón se puso nervioso. Tanto, que el gol de Gameiro desde el punto fatídico desató la euforia. Cuerpo técnico, entrenador y plantilla celebraron con fuerza el gol del debutante colchonero, que veía recompensado su esfuerzo durante los 90’ ya transcurridos de partido.

Para el Deportivo Alavés fue un jarro de agua fría. Sin embargo, el equipo de Vitoria no se rindió. Mientras el Calderón celebraba todavía el 1-0, Manu García se encargó de amargarle la noche al Atlético. Un disparo plano del español desde la frontal del área sorprendió a todos, incluido Oblak, que nada pudo hacer pese a la gran estirada que realizó. Minuto 94’, fuera de tiempo reglamentario, y 1-1. Silencio en el Calderón.

Ignacio Iglesias Villanueva decretó el final del encuentro instantes después del tanto vitoriano. Caras largas entre la afición, pero optimismo en el vestuario. El propio Gameiro hizo autocrítica. “Si hubiera marcado mis ocasiones el partido habría ido mejor”, declaró el francés a los micrófonos de La Liga TV.

Queda mucha temporada por delante pero estos puntos son los que posteriormente hacen falta. Gran partido del Atlético y gran partido del Alavés. Así es el fútbol y, los rojiblancos más que nadie, lo saben.