El Atlético de Madrid se reinventa constantemente. Año tras año, partido tras partido. Simeone lleva prácticamente un lustro construyendo un rascacielos de una cabaña de paja. Tras la gran, dura y firme  cimentación de estos años el equipo está asentado y estructurado. Ante el Alavés, el primer partido de esta nueva temporada, se pudieron ver pasos de progreso en esta gran edificación. Simeone comienza con el amueblamiento y el adornamiento de este rascacielos.

El Calderón, este pasado domingo de agosto, pudo ver el comienzo y las probaturas  de un cambio generacional en la sala de máquinas.  El motor del nuevo Atleti comienza a respirar otros aires. Aires jóvenes, nuevos, frescos.  Muchos kilómetros en las piernas del antiguo motor y una pareja con el turbo recién sacado de fábrica esperando para coger el relevo. Gabi, a pesar de demostrar ser como el buen vino, ya cuenta con 33 años y el portugués Tiago se adentra en los 35 años y una grave lesión que le retrasa su mejor versión.

Hasta ahora, la pareja había sido la pareja perfecta, la mezcla idónea para Simeone para dirigir y radicar su fútbol.  La carburación del Atleti se iniciaba, y se inicia, desde las botas de Gabi y Tiago desde la llegada de Simeone. Mario Suárez o Augusto han acuñado e intentado cubrir sus prestaciones, pero a Simeone siempre le gustó sus piezas más clásicas. No obstante, el técnico argentino ya piensa en futuro. Como se vio ante el Alavés, el Cholo ya piensa en un Atleti con un paso más, con más ambición, y busca piezas frescas y con un plus de frescura. Esas piezas no son otras que Koke y Saúl.

Simeone tiene claro, y así lo ha demostrado, que su motor del futuro no lo tiene que buscar en ningún taller, desguace ni tienda. El nuevo motor lo tiene en casa. Los canteranos acabaron el partido ante el Alavés como sustitutos en el centro del campo, en el lugar de Tiago y Gabi que fueron reemplazados por atacantes ante las prisas por ir al ataque.  El motor con muchos kilómetros, dejó paso para probar el motor nuevo. Un motor que ya tiene rodaje en otra posición pero que viene en una gran garantía.

Koke, con 24 años ya es todo un veterano y pieza fundamental desde el interior. Centrocampista completo que aúna la entrega y el trabajo explosivo defensivo de pureza rojiblanca. y el toque, la pausa y el buen uso del balón. Simeone ya destacó la pasada campaña que Koke acabaría siendo mediocentro y ya lo ha utilizado en varias ocasiones. El 6 está predestinado para llevar la batuta del Atleti del futuro.

Por su parte, Saúl suma dos años menos, pero también va camino de ser un veterano. Otro producto de la Academia y otro colchonero de corazón para añadir sentimiento al centro del campo. Jugador de garra, potencia, físico y además sangre fría. Dinámico, incisivo, llegador y gran rematador. No sería nuevo ver a Saúl en el centro del campo. Sus inicios en las categorías inferiores, en la selección y Rayo ya dejaron ver a un Saúl en el centro del campo. Una posición que también rozó la pasada campaña con Simeone y la lesión de Tiago.

Los canteranos, pues, parecen reunir y aunar los requisitos, las características y las prestaciones, tan exigentes, que dan la pareja Gabi-Tiago. Simeone lo sabe, Simeone lo ha visto, y comienza a probar el nuevo motor del futuro. El corazón del Atleti del futuro será bombeado por dos canteranos, por dos grandes jugadores de la casa que en poco tiempo asumirán otra responsabilidad más.