Mediodía de San Valentín y Gabriel Humberto Calderón comparecía ante los medios en la sala de prensa del Benito Villamarín. Los cuentos de amor de un tiempo hacia acá dejaron de existir en la entidad verdiblanca, truncándose todo en un desamor absoluto. En cambio, el romanticismo no se ha esfumado, haciendo éste un llamamiento a la épica. Es por lo que el Real Betis tendrá este domingo ante el Granada una final entre finales.

"La del domingo es una final de seis puntos"

Calderón ha sido claro en sus palabras: “La del domingo es una final de seis puntos porque cada vez tenemos menos margen de error”. Por ello es por lo que el técnico bético no quiere hacer cuentas, pues es fundamental ganar para poder echar números. Sabedor de tener entre sus manos a un equipo “herido”, dice, busca la continuidad merced al equilibrio y la confianza entre sus jugadores. Hasta el momento, el argentino expresó estar contento con ellos, a pesar de las derrotas ante Celta y Valencia. Esa es la razón por la que sigue creyendo en la remontada hasta la salvación, en la cual seguirá pensando “hasta que las matemáticas no digan lo contrario”, en palabras suyas.

La semana se ha empleado para preparar con exactitud esa final contra el Granada, durante la cual han trabajado “para conseguir el equilibrio logrado ante el Espanyol”. Y ese equilibrio pasará por colocar a tres centrales con dos carrileros largos y devolver así al equipo a un esquema de 3-5-2. Aunque para el técnico, ese equilibrio no pasar necesariamente por el dibujo que se coloque, sino porque “el bloque no se desarme”. Parte de ese bloque serán Rubén Castro y Jorge Molina, como se ha ido ensayando a lo largo de estos días, dos jugadores “que se conocen bien”. Pero Calderón no quiere hablar de nombre en concreto, y lo que en busca es “trabajar todas las posibilidades, manejando alternativas”.

Han trabajado "para conseguir el equilibrio logrado ante el Espanyol"

A pesar de no ser santo de su devoción hablar de jugadores en propios, como dejó claro durante la rueda de prensa, fue cuestionado por Verdú. El nivel mostrado por el jugador catalán desde que viste la elástica verdiblanca dista mucho del que tenía durante su estancia en el Espanyol. Ante las continuas apariciones del mediapunta en el once, Calderón afirmó que desde su llegada ha cambiado a algunos futbolistas que ahora juegan más: “Cuando llegué, este equipo necesitaba confianza y respaldo del entrenador. Hay jugadores que puedes continuar poniéndolos o quitándolos dependiendo de los resultados”.

Otros nombres de los que se habló fueron los de Perquis y Leo Baptistao. Sobre el polaco, el míster de Argentina respondió estar “prácticamente bien”, a pesar de una evidente falta de ritmo. Al igual que Damien, Baptistao también necesita de partidos para mejorar su rendimiento: “Lleva cinco meses sin jugar y necesita tiempo, además de que se resintió de algunas partes de su cuerpo. Esta semana está mucho mejor”.

El partido del próximo jueves correspondiente a la Europa League, según el entrenador verdiblanco, servirá para dar minutos al resto de jugadores que no vienen jugando y para que los que andan faltos de ritmo puedan cogerlo, como el caso de los dos futbolistas anteriores. Aunque, la competición europea no es preocupación ahora mismo para Calderón, a quien está centrado en el partido contra el Granada, el cual “está por encima de todo”. En tierra nazarí se encontrará un adversario que también ha mimado la preparación para el partido, y que estará respaldado por su afición, la cual llenará el estadio Los Cármenes. A pesar de ello, para Gabi no es problema: “Tenemos experiencia y sabemos lo que es un jugar en un campo lleno. Los jugadores tiene más ganas que nadie de ganar y lo que realmente preocupa es ser un bloque”, aseveró.