“Y al tercer día resucitó de entre los muertos”.  Así queda recogido en la Biblia cómo Jesús volvió a la vida. El Real Betis necesitaba, en un acto de fe, hacer uso de las Sagradas Escrituras para poder seguir vivo en Primera División. Después de la penitencia que lleva siendo toda la temporada, llegaba a Vallecas tras 3 encuentros consecutivos conociendo la derrota, con el escozor aún del derbi. El Domingo de Resurrección invitaba a ello, a resucitar.

Paulao tiró el 'Manquepierda'

El Rayo Vallecano salió como se esperaba, llevando el peso del encuentro en los primeros minutos y llegando a portería, con un par de acciones que a punto estuvieron de terminar en gol. El Betis esperaba atrás para salir con espacios por delante, mejorando pasados los 10 minutos de encuentro. Fue ahí, cuando el parecían reaccionar e ir a más, cuando Paulao se disfrazó de Judas. No fue un beso lo que dio, sino un balón regalado a Rochina para que la empujase a gol ante Adán. El Rayo presionaba y el central brasileño erró en su cesión, corta, al guardameta. La acción es un tanto inexplicable, cosa que no hacía que el 1-0 no subiese al marcador.

Convertido en asistente, 13 minutos después Paulao hizo de goleador, de nuevo en contra de sus intereses. Arbilla centró desde el costado diestro, y el defensa verdiblanco quiso despejar, en lugar de con la pierna de dentro con la de fuera. El balón tocó en él, desviándose para acabar en gol. 2-0, dos errores y su acción automática nada más levantarse del suelo fue pedir el cambio. La frase “caer está permitido, levantarse es obligatorio” no va con él. Décadas y décadas de un club que ha paseado por miles de rincones el ‘Manquepierda,’ para que un jugador del calibre de Paulao lo tire por el suelo en una pésima actuación, al igual que la camiseta. Eso no debe estar permitido.

El tercero llegó tras el descanso, y pudo caer el cuarto

El encuentro continuó y Calderón, haciendo méritos también para quedar señalado, decidió hacer caso a Paulao y retirarle del terreno, dando entrada a Vadillo. De esta forma, colocó al equipo con defensa de tres. El juego tuvo idas y venidas, fue más abierto y ambos tuvieron ocasiones, pero la puntería del Betis es más que ramplona. Tras el descanso llegó el tercero, en una gran jugada por parte de los de Vallecas. Iago Falqué se internó regateando por banda derecha. Se la cedió a Rochina, quien quiso seguir con los regates y sentó a Adán, para luego chutar. Su tiro lo salvó Perquis bajo palos, pero el rechace fue cazado por Larrivey para anotar el tanto, su 11º esta temporada.

El cuarto pudo llegar por dos veces, primero en un cabezazo de Larrivey al travesaño, y luego con un tremendo disparo de Iago Falqué desde fuera del área que se topó con el poste. En ninguna de las dos acciones cantó otra vez gol el Rayo, cuando se cumplía la hora de juego. Los de Jémez siguieron teniendo ocasiones pero el partido ya estaba visto para sentencia, perdiendo todo tipo de atractivo. Los de Vallecas sellaban de esta forma su estancia un año más en la principal categoría del fútbol español.

El único tanto del Betis fue obra de Chica. Al gol no se le puede llamar del honor porque eso parece haberlo perdido los jugadores de manera merecida. El lateral entró por la parte izquierda y definió por bajo ante Rubén, suponiendo el 3-1. Se trata de su primer gol con la elástica, por lo que corrió al banquillo para agarrar una camiseta con la cara de Dani Jarque y así dedicárselo a su fallecido amigo, en un bonito gesto.

El Real Betis podría haber sido esta jornada matemáticamente equipo de Segunda División, pero el Real Valladolid tiene su partido aplazado contra el Real Madrid. Así, el calendario ha querido que los verdiblancos puedan esperar una semana más hasta que la Primera División les plante el finiquito delante.