La malas noticias no dejan de sucederse en el seno bético y esta vez ha sido una que transciende mucho más allá de lo meramente futbolístico. Sebastián Alabanda, mítico jugador bético, fallecía en la mañana de este martes en su domicilio a los 63 años de edad.

Tras jugar en la década de los setenta en el Betis, siempre permaneció muy cercano a la órbita del conjunto de las trece barras, hasta el punto que accedió al puesto de consejero hace unas semanas para intentar solventar la mala situación deportiva e institucional del equipo de su alma.

Nacido en Córdoba, inició su trayectoria futbolística en el Triana, filial del Betis, y tras jugar una temporada cedido en el Rayo Vallecano, regresó al equipo verdiblanco donde desarrolló la mayor parte de su carrera y consiguió uno de los grandes éxitos de la historia bética, la Copa del 77. En 1980, se marchó al Murcia donde jugó dos temporadas.