En la víspera de que Don Felipe se convierte en nuevo rey de España, la sala de prensa del Benito Villamarín ha vivido la ceremonia de proclamación de Julio Velázquez como nuevo entrenador del Real Betis Balompié. El técnico ha sido presentado por el club, y su llegada trae consigo un mensaje de aires nuevos. Los ingredientes que faltan en la entidad verdiblanca están en las palabras de Velázquez, que tras los ceses y abdicaciones vividas en los últimos y tormentosos meses en Heliópolis serán las bases para un ‘nuevo’ Betis.

El compromiso y la profesionalidad serán las claves

En su discurso de proclamación, el nuevo entrenador verdiblanco quiso mostrar su gratitud “por la confianza depositada para comandar este proyecto” por parte del presidente y el secretario técnico en él, y por . De la mano a ello, claves serán la “ganas”, “ilusión” y el “trabajo serio y profesional”. El ex técnico del Real Murcia avala como pilar principal la “profesionalidad” por parte de todos, que la “oportunidad de militar en este club se considere un privilegio”. Dicha oportunidad no es para Velázquez una presión, sino “una responsabilidad, para devolver la confianza con trabajo y resultados”. La juventud del nuevo míster no es un problema para él, pues ya ha convivido “con todo tipo de profesionales de diferentes edades”, por lo que verdaderamente le importan son “la ilusión, la responsabilidad y la confianza”, además de la “empatía con el grupo”.

El “compromiso y la implicación” deberán estar por encima de todo

Velázquez quiere para su proyecto que todos trabajen por igual y se desvivan por su cometido, el cual llegará “trabajando de la forma más profesional posible las 24 horas del día, los 7 días de la semana”, para así asegurar resultados y rendimiento. El “compromiso y la implicación” deberán estar por encima de todo y ser fundamental para que el equipo pueda triunfar y conseguir el ascenso a Primera División.

El estilo dependerá de los jugadores

El bloque con el que trabajará Velázquez aún no está para nada definido, y las salidas y entradas de jugadores empezarán a verse en breves. Para su confección, el entrenador quiere la unidad de todos, para “conseguir que el proceso sea el idóneo y la plantilla sea lo más competitiva posible dentro de las limitaciones”. Si consigue unidad con el Consejo y la Secretaría Técnica, Velázquez tendrá mucho ganado, dejando las reticencias vividas entre la planta noble del Villamarín y los entrenadores en las últimas fechas. De momento, el entendimiento entre ambas partes “está siendo maravilloso”.

“El fútbol es de los jugadores y no de los entrenadores”

En cuanto a nombres, Julio Velázquez busca jugadores que “tengan la ilusión de la afición”, pero sin dar pistas, pues quiere que las conversaciones queden “a nivel interno”. La plantilla tendrá que tener “armonía en número y puestos” para poder sacar el máximo rendimiento. A quienes sí señaló fue a los canteranos, los cuales tendrán las puertas abiertas al primer equipo para “el jugador que tenga capacidades de aportar”, pero “sin regalar nada”.

Dependiendo de los jugadores y de los momentos, el fútbol de Velázquez irá determinándose de una manera u otra, como él mismo ha querido confirmar: “No hay dos momentos iguales, la obligación es adaptarse a la situación y ser capaz de sacar el máximo rendimiento del colectivo y de cada elemento a nivel individual”. Como él mismo dice, “el fútbol es de los jugadores y no de los entrenadores”, por lo que en base a la materia prima de la que goce podrá “construir el modelo de juego más apropiado”. Aún así, parte de la base estarán en “el compromiso y la solidaridad”