El primer rival de Premier League que se topaba con los verdiblancos, el Stoke City, ha sacado a relucir las carencias del Betis, aún en construcción, de Julio Velázquez.

Ante un Britannia Stadium con escaso público congregado, el cuadro heliopolitano salía al terreno de juego con Adán, Molinero, Jordi, Bruno, Casado, Nono, Matilla, Xavi, Chuli, Rennella y Molina. El 4-3-3 con una defensa aparentemente titular en Liga y un trivote destructor daba muestras del respeto hacia el rival. Una delantera sin fresco por las bandas, hacía presagiar un juego interior que no terminó de conectar en ningún momento.

Tras la clásica toma de contacto inicial entre ambos contendientes, los pupilos del galés Mark Hughes se apoderaron del cuero y al filo de la media hora llegarían las primeras ocasiones relevantes al duelo. Una jugada del exrecreativista Chuli no logró poner en apuros al internacional Asmir Begovic, ya que su pase no conectó con Jorge Molina en el interior del área y fue repelido a saque de esquina.

Acto seguido, sería el Stoke el encargado de inaugurar el luminoso. Una buena jugada del flamante fichaje Bojan la culmina el austriaco Marko Arnautovic llegando al segundo palo y alojando el balón en el fondo de las mallas.

Con la posesión de balón monopolizada por parte de los ingleses, el Betis lo intentaba tímidamente a base de contragolpes. Una asociación entre Matilla y Molina culminó con el de Alcoy dentro del área colapsado por la pareja de centrales rojiblancos e imposibilitando, por tanto, el mano a mano ante el cancerbero balcánico.

A falta de cinco minutos para el descanso, un error en el centro del campo, que peina un balón hacia atrás, es aprovechado por el exdelantero del FC Barcelona, Bojan, para zafarse de los zagueros que salían a su paso y soltar un disparo imposible para Antonio Adán.

Con el marcador de dos a cero, daba comienzo el segundo periodo, donde los cambios en las filas de La Palmera, no reactivaron el juego. Con Pacheco, Cedrick y Rubén Castro arriba, el choque no se inmutaba, y el dominio proseguía siendo local.

El reloj avanzaba y el Betis comenzó a asentarse. De hecho, las oportunidades se sucedían una tras otra. Una incursión de Cedrick por el costado abrió la veda. Su envío al corazón del área lo atrapó en óptimas condiciones Rubén Castro, pero su definición se marchó a las nubes. La mejor ocasión para los de Velázquez desembarcaría a los 12 minutos en un doble palo. Jorge Molina se sacudió la presión rival y desde los aledaños de la portería de Begovic suelta un potente derechazo que se estrella en el poste izquierdo del marco británico. Ahí no concluye el peligro, porque en el rechace, Cedrick emuló a su compañero y volvió a estampar el cuero contra la madera.

Desde todos los ángulos le azotaban al arquero del Stoke que ante la presión de Rubén Castro despejó en falso un balón que hipnotizó Xavi Torres en las inmediaciones y que él mismo culminó tras una pared con Matilla. El disparo, falto de convicción, se perdía por un lateral de la portería.

La última página del partido la volvía a firmar una combinación entre Rubén Castro y Cedrick pero la pelota no quiso sonreír en la tarde de hoy a un Betis que mañana volverá a enfundarse el mono de trabajo para verse las caras ante el Sunderland de Gustavo Poyet y Alfred N’Diaye.