Se podría decir que la propia Copa del Rey era lo que menos se jugaba el Betis en su partido frente al Llagostera. La hecatómbica imagen dada por los de Julio Velázquez en Ponferrada, unida a los problemas internos en el vestuario que han acabado con el cese del preparador de porteros Kike Burgos, había caldeado los humos en demasía en el seno de la entidad verdiblanca y mejorar la imagen y el juego se antojaba obligatorio para no enrarecer más el ambiente en la grada, más importante incluso que el pase de ronda.

Empezó el Betis con algunas novedades en el once, el cual apenas había variado en los tres partidos de Liga, aunque quizás menos de las esperadas. Debutaron con la elástica verdiblanca el portero Dani Giménez y el mediapunta argelino Kadir. En defensa, volvía Molinero en lugar de Piccini y se mantenían Perquis, Figueras y Casado. Se rumoreaba con la inclusión del canterano Caro en el once, pero unas molestias lo dejaron finalmente fuera del equipo. 

En el centro del campo, apostó esta vez Julio por la movilidad de Nono en lugar de Lolo, acompañando a Matilla y Xavi Torres. Arriba, otra de las grandes novedades, Renella, hacía pareja de ataque con Rubén Castro y el ya mencionado Kadir.

La pitada de la afición al descanso fue la respuesta perfecta a lo visto en el terreno de juego durante la primera mitad. El Betis estuvo muy lejos de dominar a un equipo infinitamente inferior como el Llagostera, que incluso dispuso de las mejores ocasiones, un tiro al palo del ex-bético Querol y un gol anulado incluidos.

El Betis, aun sin jugar bien, consiguió enlazar alguna que otra jugada de peligro para poner en aprietos al guardamenta visitante, sobre todo en las botas de Kadir, el mejor del encuentro. Un Kadir que en apenas 63 minutos ya hizo méritos suficientes para ganarse un puesto en este equipo que tanto echa en falta a un jugador de su corte para la creación.

Fue en la segunda mitad cuando se destapó de verdad el argelino. Dos asistencias perfectas a Matilla y Renella bastaron para sentenciar a un pobre Llagostera que, a pesar de sus carencias, lo dio todo sobre el verde del Villamarín y ni mucho menos decepcionó. Tras su gran partido, Kadir se llevó su primera ovación de la hinchada verdiblanca cuando fue sustituido por Cejudo. Merecedísima.

Con el partido resuelto, Julio apostó por dar minutos a los suplentes Molina, Cejudo y Lolo, acabando con el once tipo de las tres últimas jornadas. Decisión difícil de entender pudiendo haber dado minutos a jugadores menos habituales como Pacheco o Sergio.

Al final, victoria sin demasiados problemas, pase de ronda y, lo más importante, el objetivo a corto plazo de la mejoría de imagen cumplido,