El maremagno que ha supuesto la destitución de Kike Burgos al frente de los entrenamientos de porteros a causa de las ya famosas declaraciones de Antonio Adán, aún sigue coleando en el entorno del Real Betis.

Si hace unos días era el propio entrenador salmantino el que admitía en Canal + que “demasiada mierda” se ha metido el grupo solo, en la madrugada del martes era Kike Burgos el que valoraba su salida ante los micrófonos de Al Primer Toque de Onda Cero.

Con la evidente decepción todavía fresca en su memoria, el preparador vasco asegura no encajar la decisión madurada por Velázquez: "No sé qué presión ha tenido Velázquez. Él sabía que no había punto de encuentro, pero porque la otra parte no quería. Ha tomado la decisión y la tengo que aceptar. Esperaba no más, sino bastante más de Velázquez, aunque no estoy en la piel y en su cabeza".

El de Baracaldo subrayó que el meta madrileño le sugirió que trasladase su parcela de trabajo a las oficinas ya que era un hombre de la confianza del entrenador. Sin embargo, Kike Burgos, reprendió al exportero del Real Madrid señalando: "Él me dice que si soy un hombre de confianza de Velázquez, que trabaje en oficinas y vídeos. Le comento que tengo 43 años, un estado físico espectacular y que también me puedo sentar en un banco y echarle de comer a las palomas".

Sin duda que estas declaraciones continúan abriendo la herida en un vestuario que no atraviesa por su mejor momento. El próximo domingo, en Girona, habrá una nueva oportunidad para contemplar el devenir del cuadro heliopolitano.