Complicada plaza tiene por delante el Real Betis este fin de semana. Un Girona, hasta el momento invicto, que marcha colíder de la categoría con diez puntos, cosechando tres victorias y un empate, se cruza en el camino de Julio Velázquez, que deberá solventar con astucia el primer test en el que su figura empieza a ser examinada con lupa.

Para el domingo, el técnico salmantino deberá variar forzosamente su estilo y formato de juego. Acostumbrado a un trivote destructor en la columna vertebral de sus planteamientos, las múltiples bajas que arrastra en esta parcela, obligará a modificar el aspecto de la misma.

El primero en caer en esta demarcación fue el franco-senegalés Alfred N’Diaye, que vio la segunda amarilla al término del partido frente al Albacete, por lo que deberá cumplir un envite de sanción.

Lolo Reyes, aquejado una conmoción cerebral leve y con parte de su rostro inflamado por el fuerte impacto, no se ha ejercitado esta semana, lo que deja entrever que su participación en Montilivi está prácticamente descartada.

A esto hay que sumarle otra posible ausencia. Xavi Torres, al margen del grupo, se ejercita en el gimnasio para tratar las molestias físicas que sufre.

Por si fuera poco, Velázquez también pierde para Girona a dos de sus defensores: Cristiano Piccini, baja para tres semanas por un edema vertebral, y Álex Martínez, aún no recuperado de su lesión.

La responsabilidad en el mediocampo pasa por el tándem Matilla-Nono, los cuales tienen ante sí la oportunidad de hacer girar la veleta del mal juego que persigue  a los heliopolitanos desde el inicio liguero.