El Real Betis Fútbol Sala Nazareno se hizo grande y venció a todo un Primera como lo es el Jaén Paraíso Interior, para lograr el pase a la siguiente ronda y alcanzar los octavos de final de la Copa de Su Majestad el Rey.

Los verdiblancos hicieron historia y lograron colarse por primera vez en dicha ronda, anotando un hito más a su corto pero exitoso palmarés.

David se vistió de verdiblanco y superó a Goliat

Llegó el día tan esperado por el club de las trece barras y nada iba a poder con la ilusión de conseguir el pase. Un pabellón repleto de aficionados y un ambiente idílico hacían pensar que esta, sería una mañana para el recuerdo en Dos Hermanas.

El encuentro comenzó con un Jaén muy activo y un Betis aguerrido, sapiente de la superioridad del rival. La presión de los hombres de José Vidal comenzó a ocasionar problemas en la zaga jienense, que sufría una y otra vez los contragolpes de hombres rápidos como Josselbaink y Migo.

Los visitantes prosiguieron con su asedio al marco de Juan Varela y un lanzamiento al larguero de Eloy dejó callado al pabellón, suspirando por lo que pudo ser el tanto que abriera el marcador. Pese a ello, los verdiblancos no cesaron en su intento y una falta al borde del área, la lanzó Migo para anotar el primero e ilusionar a la hinchada local.

Con el gol inicial, los béticos se sintieron protagonistas y tras varios avisos, un disparo de Paco  puso el segundo en el marcador, haciendo vibrar el Francisco de Dios Jiménez.

A partir de ahí, comenzó el ciclón visitante y emergió la figura de Miguel, que junto al arquero Juan Varela, noquearon y anularon a los atacantes del Jaén, atónitos ante la eficacia de la zaga verdiblanca.

Cuando la primera mitad ya agonizaba, Carlinhos anotó para los visitantes, poniendo el 2-1 en el marcador y generando el nerviosismo en las gradas del pabellón. Con todo ello, ambos conjuntos se marcharon al túnel de vestuarios.

20 minutos de ensueño posibilitaron la machada

La segunda mitad comenzó y con ello, 20 minutos que serán recordados por siempre en la escuadra hispalense.

El Jaén comenzó como acabó la primera parte, asediando contínuamente el marco defendido por Varela. Un brillante juego exterior hizo estragos en los zagueros locales, que sufrieron una y otra vez a jugadores como Chino o Eloy.

Las gradas del Francisco de Dios se mostraban inquietantes ante un inminente gol visitante, pero de nuevo el gran trabajo defensivo de los hombres de José Vidal imposibilitó cualquier opción jienense.

Pasado el ciclón visitante, el choque se partió y comenzó un sinfín de ocasiones que hizo disfrutar y mucho a todos los aficionados allí presentes. Los visitantes desesperados por el gol que igualara el encuentro y los locales, crecidos con el paso de los minutos.

Fue entonces cuando Wallace, dejó boquiabiertos a todos y marcó un golazo por la escuadra izquierda de Gonzalo, desatando la locura en la grada.

A partir de ahí, ambos conjuntos entraron en unos compases de toma y daca, trabando en numerosas ocasiones el trascurso del partido, hecho que favoreció al Real Betis, que incluso marcó un cuarto gol, anulado inexplicablemente al arquero Juan Varela.

El tercer y definitivo gol otorgó la tranquilidad a los nazarenos, que disfrutaron junto a la grada el pitido final y el pase a octavos de Copa, que quedará guardado en los anales de la historia del club.