Gol, el nombre propio de estos dos futbolistas. Tan diferentes pero al igual tan similares. Placentino y utrerano respectivamente, los dos han recalado en los eternos rivales de la misma ciudad, con un estilo diferente, dividida por el sentimiento, la pasión y el amor a los colores de un equipo. La capital hispalense se divide este fin de semana en su día más especial. Sevillistas y béticos buscarán el domingo ganar el que sin duda es el partido más esperado por ambos, en el que se juegan ganar o perder el orgullo de la ciudad. La falta del derbi grande, reposará todas las ilusiones en este choque protagonizado por los más jóvenes. Álex Alegría y Juan Muñoz serán en este derbi, los máximos baluartes de cada equipo, en los que los aficionados tienen puestas sus esperanzas para guiar a su equipo a la victoria. Un choque que no entiende de clasificaciones, ni juego. Un encuentro en el que primará la garra, las ganas y la pasión.

Buscando reivindicarse

A pesar de realizar un desigual rendimiento, ambos jugadores serán la clave de los dos conjuntos. La consecución de malos resultados verdiblancos inicial, provocó su caída a los últimos puestos de la tabla y con ello la sucesión de críticas al juego verdiblanco. Esto, fue acompañado de las correspondientes a la planificación deportiva. Álex Alegría es una de las piezas claves mejorar el plantel de cara al idilio de bronce.

Tras su llegada en 2012, el delantero ha vivido constantes intermitencias en su juego. El curso pasado comenzó con un espectacular inicio anotando nueve goles en los compases iniciales pero el rendimiento bajó y no entró en los planes de Óscar Cano en las jornadas finales. El rendimiento de Marc Mas, Juanma o Isuardi entre otros, le relegó al banquillo en algunas ocasiones.

El juego de Alegría durante su estancia en el Cacereño supuso un gran escaparate y el interés de grandes equipos. Tras el acercamiento de equipos como Málaga, Villarreal, Sevilla u incluso el mismísimo Manchester City, su destino recaló finalmente en el equipo de La Palmera. El juego verdiblanco, el que más se asemejaba a su estilo fue el adecuado para que finalmente se decidiera por el conjunto sevillano.

Su juego aéreo, olfato goleador y control del esférico son sus máximos baluartes. A pesar de ser un nueve puro, el jugador posee unas características sobresalientes, envidiables por cualquier otro ariete. Al igual que la recta final del curso pasado, el placentino comenzó el presente curso en el banquillo, relegado a un segundo plano por la incursión del canterano Pepelu en el once inicial. Una vez más, el atacante extremeño ha sabido reponerse y mejorar su estado de forma, comandando al filial para revertir la situación inicial. Tal es así, que gracias a su aportación goleadora, el filial ya es noveno, a solo un punto de los play-offs de ascenso.

Tras unos partidos en los que ha marcado, el extremeño buscará confirmar su mejoría y alcanzar la forma que tanto le hizo destacar en cursos pasados. El jugador lleva 749 minutos disputados en el presente curso anotando tres goles, repartidos en diez encuentros, solo superado por Rafa Navarro.

La esperanza sevillista

Casta y coraje, esta frase contiene todo lo que el sevillismo espera de su mayor referente. El utrerano, es sin duda el mejor jugador que tiene la plantilla sevillista. Tanto el juego del equipo como la mayor parte de los goles anotados en lo que se ha disputado de temporada, pasa por sus botas.

Juan Muñoz llega pisando fuerte, triunfando en las categorías inferiores tras firmar 46 dianas el curso pasado con el juvenil, consiguiendo La Copa del Rey. Su aportación goleadora le abrió las puertas del segundo equipo, anotando incluso dos goles con el Sevilla Atlético para evitar el descenso en el tramo final. Además, su espectacular rendimiento fue premiado con la convocatoria de la Selección sub 19 de España, con la que también marcó.

El punta se caracteriza por su movilidad guerrillera, con un carácter insaciable. Supone un gran peligro en las jugadas aéreas. Además es generoso, baja a recibir y le pega desde cualquier posición con mucha confianza.

Tras la marcha de Álex Rubio, máximo referente en campañas anteriores, el utrerano conforma junto a Carlos Fernández una dupla inédita en el filial sevillista, repleta de calidad y dotes futbolísticas. Desde el primer momento, la asociación del utrerano con Carlos Fernández ha sido propicia para hacer del filial sevillista, uno de los más fuertes de la categoría.

El rendimiento está siendo estelar, despertando el interés de grandes equipos tanto españoles como europeos. Su pegada, le ha llevado a ser el máximo goleador del equipo con cinco tantos, justo la mitad de la anotación global por lo que supondrá sin duda un quebradero de cabeza para la defensa bética. La rapidez de jugadores como Carlos y la asociación con jugadores como Cotán, Antonio o Borja Lasso serán vitales para que el juego de Juan Muñoz sea aún más peligroso.

En sus botas recaerán la mayoría de esperanzas sevillistas, deseosos de una victoria que les aleje de la zona caliente.