La última jornada de la pasada temporada dejó una imagen impactante que será recordada para siempre por todos los seguidores del fútbol en general y por la parroquia osasunista en particular.

Osasuna y Betis despedían el campeonato en plena primavera, 18 de mayo, bajo un clima de ilusión y superación, y es que en El Sadar se confiaba en la permanencia, objetivo palpable hasta los postreros segundos del crono de Martínez Munuera, trencilla de aquel envite.

Con el estadio a revienta calderas, el choque pronto se encaminaba del bando rojillo. Oriol Riera batía a Antonio Adán pasados los 11 minutos, sin embargo, en la apoteósica celebración del tanto, el graderío sur del feudo navarro cedía desembocando en una avanlancha de aficionados que se precipitaron contra el cemento existente tras la valla.

Se vivieron momentos de angustia y tensión. Alrededor de 100 hinchas de Osasuna yacían entre visibles muestras de dolor. Rápidamente, los servicios de sanidad congregados en la zona acudieron al rescate. Pero al margen del personal sanitario, destacó, por encima de todos, la figura de Alfred N'Diaye. El corpulento futbolista verdiblanco, como un resorte, se apresuró para llegar detrás de la portería y prestar auxilio.

Entre los heridos, el ex del Sunderland rescató con la ayuda de sus fornidos brazos a un joven seguidor rojillo, Ibai Cadena, al que trasladó a un lugar seguro. Su imagen, con el pequeño entre los brazos, fue un signo de humildad, compromiso y entrega hacia los demás. Es por ello, por lo que la entidad osasunista rendirá homenaje al bético.

Osasuna agradecerá al conjunto verdiblanco y en especial a N'Diaye el comportamiento mostrado aquella tarde de mayo en los prolegómenos del duelo del domingo.

N'Diaye: "Mi primera reacción fue ayudar a la gente"

El propio jugador heliopolitano explicaba en los medios oficiales con vivió tan delicado momento: "Ibai fue al primero que vi sobre el césped, estaba llorando, lo vi mal y fui a cogerlo", desgranaba.

N'Diaye reconoce que llegó a sentirse "mal porque no sabía si había gente herida de gravedad". Ahora en cambio, declaraba: "Ahora me siento bien porque nadie tuvo lesiones graves y la gente está bien. Muchas personas cayeron sobre el césped y mi primera reacción fue ayudar a la gente, estuvieran dañadas o no".

Del mismo modo, y sobre la opinión del público general, detalló: "Todo el mundo me agradeció ese gesto pero para mí fue normal ayudar a la gente, me parece que es lo que hay que hacer. Ves a un chico herido y lo normal es ayudarlo", precisaba.

Por último, el jugador y el pequeño aficionado junto a su familia volverán a reencontrarse: "Estaré encantado de ver al chico y a su padre el sábado para charlar con ellos", indicaba.