El Benito Villamarín registró una de las mejores entradas de la temporada para ver a su equipo contra el mejor visitante de la liga. Tras una semana complicada tanto en lo extra deportivo con el presunto amaño de partidos de Jordi y en lo deportivo por el empate en Albacete, el equipo de Pepe Mel necesitaba una victoria para volver a creer. El entrenador madrileño introdujo varios cambios en el equipo titular respecto a los jugadores que jugaron en Albacete. Volvió al once Jorge Molina en detrimento de Renella y entró N’Diaye en el medio campo en lugar de Kadir. El cambio más relevante quizás fue el de Héctor Rodas por Bruno en el eje de la zaga. Así se producía el debut del nuevo fichaje invernal bético.

El Betis salió decidido a marcar lo más pronto posible

El partido comenzó con un Betis muy fuerte e imponiendo un ritmo muy alto desde el principio. Con un Jorge Molina muy participativo arriba, llegaron las mejores ocasiones del equipo local. No habían pasado ni cinco minutos cuando ya había lanzado un córner el Real Betis. Fruto esta presión y de la intensidad llegó la primera gran ocasión de los béticos sobre el minuto diez. Dani Ceballos intentó un pase al desde la frontal del área hueco para Molina pero el despeje de un defensa le rebotó a él mismo y la pelota salió rebotada hacia el portero. Molina llegó muy forzado y no puedo ajustar bien y despejó Becerra.

Este tipo de jugadas no implicaba que el Girona no ocasionara peligro a la portería bética. De hecho, justo después de la anterior jugada, Sandaza recibió la pelota cerca del área y chutó a puerta colocando la pelota al palo izquierdo de Adán pero el portero bético reaccionó muy bien y evitó el primero de los catalanes. A raíz de esta ocasión, el Betis entró durante varios minutos en un estado de ‘pájara’ ya que el conjunto visitante comenzó a tener el dominio de la pelota y a crear más peligro de la cuenta. Por suerte, las ocasiones del Girona y de sobre todo de Sandaza, que era el que más quebradero de cabeza estaba dando, no se materializaron en gol.

El Betis acumulaba muchos jugadores en ataque

Conforme la primera mitad fue avanzando el Betis volvió a espabilar y comenzó a hacer su juego. Como ya es habitual, el conjunto verdiblanco dominaba el juego pero esta vez iba más directo hacia la portería. Entre los jugadores de ataque como Portillo, Castro, Molina y Ceballos, no dejaban de inquietar al meta Becerra. A eso hay que sumarle las constantes incorporaciones de los Varela y Molinero que incluso en alguna ocasión dispararon a puerta. El Real Betis tenía ocasiones de todos los colores pero el gol no llegaría en la primera mitad.

Muchas ocasiones pero el marcador siguió igual

Finalmente, el marcador no se movería en la primera mitad pero el Betis dejaba una buena impresión tras tener multitud de oportunidades y neutralizar en todo lo posible el ataque del Girona.

La segunda parte comenzó y se mantuvo con la misma tónica que la primera. El Real Betis tenía la manija del partido y basculaba la pelota de un lado a otro pero no llegaba el gol. El Girona iba perdiendo fuelle conforma iban pasando los minutos. Como dice el refrán, tanto va el cántaro a la fuente que al final termina por romperse y así lo vivió el hoy capitán Jorge Molina.

Molina abrió la lata con una gran recorte y buena definición

Sobre la hora de partido, llegaría el tan buscado premio para Jorge Molina. Rubén Castro desde la banda izquierda puso un pase a Ceballos. Éste no logró controlar pero sí lo hizo Molina que dentro del área escorado a la izquierda, recortó a Lejeune y definió al palo largo poniendo el primero en el marcador para el Real Betis.

Con el marcador a favor, el Betis no cesó en su idea de seguir presionando y poder aumentar su ventaja. Después de la llegada del gol, el partido entró en una fase en la que se cortó el ritmo y el juego por constantes faltas de ambos equipos y el árbitro los cargó con sendas tarjetas amarillas. El Girona iba introduciendo cambios y jugadores frescos en el partido pero nada hacía indicar que inquietaran demasiado a Adán. También Pepe Mel fue haciendo sus cambios como fue la entrada de Renella en lugar de Portillo.

Final con suspense más la vuelta de Vadillo

A falta de cinco minutos para terminar el partido llegarían los minutos más intranquilos para la afición bética como vuelve ser habitual. Pero antes de los nervios vino una nueva celebración, esta vez, del segundo gol del Betis. El canterano Fabián había entrado en el campo en lugar de Rubén Castro y una de las primeras cosas que hizo fue poner un pase al área para Molina que el de Alcoy remató al palo. El rechace lo recogió Dani Ceballos y remató a puerta vacía para poner más ventaja en el marcador. Cuando parecía que el final del partido iba a ser tranquilo, los fantasmas de la Ponferradina aparecieron.

Lolo Reyes hizo una falta cerca del borde del área. Granell fue el encargado de lanzarla y la colocó en la mismísima escuadra, imposible para Adán. Cuando quedaban pocos minutos más el descuento, al Betis le tocaba sufrir. Entre todo esto, se produjo el debut en liga del canterano Álvaro Vadillo, que volvía a pisar el césped del Villamarín tras una larga lesión. El Girona lo intentó hasta el final pero finalmente, los tres puntos se quedaron en el casillero bético.

Con este resultado, el Real Betis se coloca segundo en la clasificación con 49 puntos, tres menos que el líder, Las Palmas. Esta posición es momentánea porque todavía tienen que jugar sus perseguidores Valladolid y Sporting.