Un empate y gracias. Conformismo tras las finalización del encuentro frente al Mirandés con empate a 0 porque pudo ser peor. En el partido anegado por el aburrimiento generalizado durante casi todo el encuentro, el conjunto burgalés demostró ser un equipo muy competitivo en su campo y desconectó al Betis.

El Betis, sin ideas y sin rumbo, no supo encontrar el punto flaco de su rival. Ni optando por un juego exterior ni buscando espacios interiores para contactar con los dos puntas. Y es que, estos, los dos delanteros béticos, Rennella y Rubén Castro, anduvieron por el terreno de juego sin tener una ocasión clara para batir a Razak. Sin chispa arriba, los de Mel solo tuvieron actividad en la zona defensiva, muy activa por las continúas llegadas de los jugadores de Terrazas.

El Betis no encontró su juego

Nada de nada. Ni por dentro ni por fuera. En un terreno de juego tan reducido, el Mirandés supo cerrar líneas y dejar pocos espacios, lo que imposibilitó al Betis de encontrar espacios entre líneas, su mayor virtud. El centro del campo no se asoció en ninguna ocasión con Rennella y Rubén Castro. Así, el Betis optó por buscar balones directos a Rennella, que caía una y otra vez a banda. Jugada que se repitió con asiduidad en la primera mitad, pero que descartó Pepe Mel en el descanso por la poca efectividad.

Por bandas, más de lo mismo. El Mirandés estuvo muy activo por esa zona del campo y el Betis no se adaptó a las dimensiones del terreno de juego y se diluyó la opción de jugar al centro y remate buscando la referencia arriba. Jugada que sí puso en práctica el Mirandés y explotó hasta casi darle resultado.

Nada en ataque...

El Betis volvió a dar malas sensaciones en la zona ofensiva. Producto de esa poca construcción de juego mencionada, la zona ofensiva estuvo obsoleta durante todo el partido. La poca participación de los puntas se transformó en desesperación en los últimos compases de partido, donde el Mirandés acechaba el gol y prácticamente todos los jugadores béticos tuvieron que arrimar el hombro en tareas defensivas. Ni jugando con tres puntas (Rennella, Rubén Castro y Álex Alegría) pusieron en un aprieto a la sólida defensa rival.

Además, la poca presencia en el juego de Portillo, la variable que podía ser Cejudo tuvo que entrar en el terreno de juego en el minuto 10 por el lesionado Molinero y colocarse como lateral derecho y la inactividad en ataque del centro del campo, agravaron los problemas béticos en la parcela de ataque.

... Bien en defensa

Si se saca algo positivo del insuficiente encuentro que ha disputado el Betis, eso es la defensa. A pesar de sufrir un auténtico bombardeo de balones centrados al área, la defensa pasó con nota el examen de juego aéreo. Jordi Figueras y Bruno inhabilitaron la opción Urko Vera, la referencia ofensiva del Mirandés. Además, esta jugada estaba alimentada por la poca capacidad defensiva de Cejudo en el lateral diestro, dejando a Álex García espacios y facilidades para buscar los centros y las diagonales.

En este aspecto, Adán también tuvo mucha presencia. Impuso su dominio en los balones áreos y apareció en los meonetos claves, cuando el Mirandés achuchaba y el Betis achicaba balones como podía.

La nota negativa en la defensa la puso Bruno. El central canario, que volvía a ser titular tras cumplir un partido de sanción, fue expulsado por doble amarilla a falta de tres minutos para la finalización del encuentro.

Sufrido final

Con todo lo dicho, lo noticia más importante para el Betis es que ha logrado puntuar. Ha logrado sacar un punto en un partido en el que ha sido superado por un rival de menor entidad, en el que no ha sabido jugar al fútbol y en un campo muy difícil, en el cual pocos equipos esta temporada pueden presumir de llevarse los 3 puntos. El Mirandés mereció más. El Betis, un punto y gracias.

Con este empate, la zona de arriba se aprieta más. El Betis, con 50 puntos, a dos del líder, Las Palmas, y superado por Valladolid, Girona y Sporting, empatados los tres conjuntos con 51 puntos.