El Betis se está acostumbrando a hacer sus mejores partidos ante los rivales más importantes. Y de momento, la goleada ante el Valladolid le ha llevado a la primera posición de la tabla. Jorge Molina abrió el marcador en un partido donde Rubén Castro superó la cifra de 100 goles como verdiblanco con su triplete de la segunda mitad. El equipo de Mel se mostró muy superior ante un Valladolid que no consiguió intimidar al rival en ningún momento del partido.

El día tuvo protagonistas especiales en las gradas y en el palco del Villamarín, que estuvo lleno de mujeres béticas en el Día de la Mujer.

Pepe Mel salió de inicio con Lolo Reyes, Jorge Molina, Rodas, Molinero, N'Diaye, Adán, Portillo, Rubén Castro, Dani Pacheco, Varela y Figueras.

El partido comenzó más igualado de lo mejor que acabó reflejando el resultado, aunque Jordi Figueras fue el encargado de crear el primer 'huy' entre los aficionados.

El Betis fue haciéndose poco a poco con el mediocampo y comenzó a mandar de forma más clara ante un Valladolid al que le costaba salir con el balón jugado.

Las aproximaciones al área de Javi Varas eran cada vez más constantes. Antes de que llegara el primero, Rubén Castro intentó una vaselina que se marchó por encima del larguero.

Y cuando el Valladolid parecía vislumbrar el descanso para cambiar el chip, llegó Jorge Molina para deshacer la balanza del marcador. Se asoció con Rubén Castro y batió al portero pucelano por alto para hacer el 1-0.

Las sensaciones al término de la primera mitad fueron favorables a los locales: el segundo tanto bético parecía estar más cerca que la igualada.

Tras el paso por vestuarios, el Valladolid siguió desinflándose ante un Betis cada vez más crecido y llevado en volandas por una afición que repletó las gradas del estadio.

Volcado en ataque, poco tardó en llegar el 2-0. Rubén Castro abrió su particular cuenta goleadora con un disparo cruzado ante Varas. El canario dedicó el gol a su entrenador, Pepe Mel, con el que se fundió en un abrazo.

La reacción vallisoletana era inerte. No parecía ir por debajo en el marcador y se veía cada vez más superado por un ciclón que vestía de verdiblanco.

El partido terminó de decantarse cuando el Valladolid se quedó con diez jugadores tras la doble amarilla a Chica. El central, que volvía a su antigua casa, se fue expulsado y aplaudiendo irónicamente a la grada, que no le recibió de forma cordial.

El Betis no tuvo compasió ante su rival y siguió al ataque. Ceballos, que acababa de salir al campo, provocó un dudoso penalti de André Leao. Y cómo no, Rubén Castro fue encargado de lanzarlo.

El '24' hizo el 3-0 y dejó resuelta la victoria bética, importante ante un rival directo como el Valladolid. Con este tanto, el canario superó la cifra de 100 goles como jugador del Betis.

En la fiesta verdiblanca de Heliópolis, los locales siguieron gustándose ante casi 40.000 personas que abarrotaron las gradas del estadio.

Rubén Castro aumentó aún más la euforia tras hacer su particular triplete en el tramo final ante un decaído y despistado Valladolid, que andaba deseando que finalizase el encuentro cuando antes.

El Benito Villamarín acabó siendo una fiesta total en una mañana primaveral y calusosa donde se acabó haciendo la ola y dedicando el triunfo a las mujeres béticas.

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