Tardes, mañanas y noches de fútbol tendríamos que remontarnos en el tiempo para encontrarnos un Colombino con el aspecto de hoy. Ambiente de fútbol de primera en casa del decano con colorido de final en la grada, donde el azul se repartía con el verde a medias.

Si sumamos esto a que a ambos equipos le sentaría una victoria hoy, Sábado de Pasión, como agua bendita, no podemos obtener un resultado más distinto a lo que se vio en el terreno de juego. Seguramente muchos de los casi 15.000 aficionados que acudieron hoy al estadio, hubieran preferido aprovechar el soleado día para cualquier otra cosa de saber los 90 minutos que les iba a tocar aguantar. Vaya partido.

Con lo justo

Los de Pepe Mel tenían la oportunidad de lavar su imagen en la tarde de hoy, pero no. Muy poco, casi nada, igual que hace 7 días, pero esta vez no sólo no le cayeron 3 sino que además ganó. 

La falta de intensidad se hizo notoria durante toda la primera parte, en la que a la zaga no paraban de aparecérsele los fantasmas del domingo pasado, generando más ocasiones en contra que los propios delanteros onubenses. Aunque la forma no fue la apropiada la idea era la correcta, presionar a la defensa rival en la salida de balón para robar arriba y no preocuparse en crear demasiado. Y así sucedió, el conjunto local entregaba la pelota en cuanto se le echaban encima los 4 de arriba del Betis, aunque solo Varela parecía estar dispuesto a aprovecharlo y subida tras subida iba poniendo en jaque a la defensa del Recre, que achicaba balones como podía. Un par de despejes se convirtieron en las mejores ocasiones de los blanquiazules, con la colaboración de Bruno y Rodas. Así nos fuimos al descanso, con poco fútbol, y pese al dominio que imponía el conjunto de Pepe Mel y las insistentes llegadas del joven lateral zurdo, las ocasiones más peligrosas del encuentro habían caído sobre la portería de Adán.

En la segunda mitad, seguramente tras un tirón de orejas del técnico madrileño, el conjunto de Heliópolis salío un poco (solo un poco) más agresivo en la presión y acabó obteniendo sus frutos. Varela, quién si no, encontró por fin un socio en Xavi Torres. El canterano se coló en el área por enésima vez, apuró hasta la línea de fondo y puso un centro medido a la cabeza del alicantino, que entraba sólo en el segundo palo y remataba en plancha, a bocajarro, consiguiendo el único tanto del partido.

Tres puntos de oro

Se puede seguir hablando de la pobre propuesta de fútbol. Se puede seguir hablando de la aparente impasibilidad de muchos de los jugadores béticos. O se puede hablar de que el Betis, tras un inicio de temporada estrepitoso, va viendo cada vez más cerca un objetivo que al final de la primera vuelta se antojaba una utopía.

Desde la llegada del deseado, y luego criticado Pepe Mel, el conjunto verdiblanco solo ha dejado a cero el casillero de puntos en una ocasión y ha devuelto la fe a una afición que nunca dejó de volcarse con su equipo, y no sería por falta de motivos. La máxima del fútbol está clara. Ganar, y este equipo sabe ganar, el jugar bien es cosa del que pueda.

Polémica

Un gol fantasma, un posible penalti por mano de Rodas en el 12' y otro de Bruno en el 92' (otra vez). Todo eso reclamaron los recreativistas en el partido de hoy. Xavi Torres sacó un balón bajo los palos, o puede que un poco más adentro, tras un disparo de Caye Quintana. Antes, en la primera parte, los locales reclamaron una mano de Hector Rodas en el área que bien pudo ser señalada como penalti, al igual que un forcejeo de Bruno con el propio Caye en el último suspiro que llevó a los aficionados béticos de vuelta al partido ante la Ponferradina.