Racing y Betis estaban listos para luchar por los tres puntos que se disponían sobre el tapete de los Campos de Sport. El Racing soñaba con salir del descenso, tras no haber ganado ninguno de sus rivales. El Betis, por su parte, quería quedarse a una victoria del ascenso.

Empezó mejor el Racing. Sin brillantez, pero más metido en el choque. El Betis no tenía el balón y esperaba fallos que le dieran el balón a Portillo. La historia lleva muchos meses sin tocarse desde ese punto. Por delante, Rubén Castro. Poco que añadir. Un argumento sólido, al mismo tiempo que inestable. El Racing, desde luego, lo anuló hasta bien avanzada la primera parte.

La primera para el conjunto local fue en el minuto cuatro. Sylla dejó en evidencia a Jordi, pero Álvaro García remató con el tobillo cuando lo tenía todo a favor. Estaba trabajándolo y lo logró. Sylla, ante la indecisión de Molinero, que protestaba que el balón había salido y el fallo de Jordi y Adán, anotaba el primero para un Racing que le ganaba al Betis en ímpetu. Por el camino, vieron la amarilla Molinero y Casado, ambos desbordados.

El gol racinguista precedió a la muestra clara de por qué el Betis lucha por subir a Primera y el Racing amaga con el descenso. Las dinámicas marcan mucho en un partido, y el Betis anotó las dos ocasiones que tuvo antes del descanso. Fue Bruno quien empató a la salida de un córner, tan solo cuatro minutos después del 1-0 y Rubén Castro, que hacía el 29 de la temporada, ponía al Betis por delante al borde del descanso.

Mel se iba enfadado. Su equipo ganaba pero daba muestras de inseguridad, tanto en defensa como con el balón. Ceballos, más retrasado en el día de hoy, apenas aparecía en acciones ofensivas. En el Racing, pese al golpe recibido, existía un halo de esperanza para el segundo acto. Habían sido mejores y se veían capaces de sumar algo.

Todo fue un espejismo. Pepe Mel espabiló a los suyos y, al igual que le ocurrió al Lugo en el Villamarín, el conjunto heliopolitano sentenció tras la reanudación. Rubén Castro, de vaselina, y Molina desde fuera del área dejaron el duelo listo para sentencia.

Se inició el carrusel de cambios. Rennella salió en busca de su gol por un efectivo Jorge Molina. Sylla dejó su lugar a Iván Moreno y Mel se mostró cauto con Ceballos, que arrastraba molestias, e introdujo a Xavi Torres por el utrerano. Una declaración de intenciones de ambos entrenadores, que pensaban en lo que les venía en las tres fechas restantes.

David Concha, ante la evidente relajación bética, quiso que el Racing siguiera soñando. Aprovechó un fallo de Casado para batir con un disparo ajustado a Adán. No obstante, el Betis calmó el partido conservando la posesión.

Poca historia más tuvo el encuentro. El paso de los minutos fue dejando al Betis más cerca de celebrar un nuevo ascenso. Será el domingo si no lo impide el Alcorcón. Por su parte, el Racing se queda a dos puntos de la permanencia. Seguirá la lucha con Osasuna por mantenerse en la categoría de plata.

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Sobre el autor
Ignacio Garcia Vera
Ingeniería Electromecánica.