Y así retrató el dramaturgo alemán Bertolt Brech la grandeza de los hombres de la humanidad, pudiendo establecer una idílica comparación a la trayectoria registrada por dos hombres empeñados en hacer historia con el club de las trece barras y registrarse como la mejor pareja de los verdiblancos en 107 años de historia.

El arte, cuando es bueno, siempre es entretenimiento

Dícese del arte, cualquier actividad o producto realizado por algún ser humano con el fin de ofrecer una finalidad estética y comunicativa. Quien iba a decirles a estos chicos que aun naciendo separados por miles de kilómetros, el destino les guardaría una bella madurez y que los uniría para forjarse como historia viva del Real Betis Balompié. Al canario y al de Alcoy solo les vincularía una faceta, el arte de anotar goles.

Han pasado cinco años desde la llegada de ambos jugadores y desde entonces, no han parado de anular y superar registros, pero precisamente y contra todo pronóstico, una vez más se han vuelto a superar.

La conjunción atacante volvió del periodo estival tras el descenso a la división de plata y aún en el recuerdo, quedaban momentos amargos como los acaecidos durante el pasado curso, donde incluso la afición llegó a pitar en determinados momentos a estos jugadores, que no estaban rindiendo al nivel que se les requería.

No por ello, los delanteros cesaron en su intento y nada más empezar la temporada, asumieron sus roles y entonaron una única sonata, la de devolver a los hinchas béticos su club a Primera División.

Un año ha tenido que pasar para que despierten de su pesadilla y en gran parte, merced a la aportación de la pareja de oro, el Real Betis Balompié vuelve a estar en el sitio que nunca debió de haber dejado.

'Recordman'

El rendimiento del canario se puede asimilar perfectamente al del Real Betis. Ya sea para bien o para mal, el jugador y la institución han ido de la mano en los acontecimientos sufridos o celebrados este año. De menos a más, la salsa canaria ha resultado ser más que dulce. El atacante canario ha anotado en los 40 choques disputados un total de 32 goles, restando dos jornadas por jugar.

El descenso del equipo le hizo tomar las riendas del nuevo proyecto y lucir con orgullo la responsabilidad que le tocaba, que no era otra que la de devolver al club a su lugar. En esta 14-15 sí parece haber sido el jugador que todos recordaban y ha roto todos los registros del club de al final de la palmera, haciendo olvidar la irregularidad del pasado curso.

Rubén Castro hizo desaparecer problemas pasados y se centró en lo que mejor sabe hacer, anotar goles. El canario este año sí ha asumido el papel que le corresponde y con sus 32 tantos es pichichi de la categoría. En busca de records, este curso ha conseguido el más importante de su historia futbolística, erigirse como el mayor goleador de la historia del Real Betis Balompié. Tras su gol al Almería, el jugador consiguió la citada hazaña y sumando los de las jornadas venideras, Rubén ya suma la insólita cifra de 111 goles con la elástica verdiblanca, por lo que ya es una “Leyenda viva”.

Pero ese no ha sido el único récord destruido. Además, el canario se erigirá esta temporada como el máximo anotador del equipo durante cinco campañas consecutivas. Por otro lado, el doblete ante el Racing le hizo perforar la única portería en la que no había conseguido marcar, cumpliendo el reto de haber celebrado goles ante los 42 equipos de Primera y Segunda división, incluído el Betis, algo al alcance de muy pocos. Esta misma semana, podría alcanzar un nuevo hito siendo el máximo goleador del club heliopolitano en una campaña, superando los 33 goles de Quino en la 68/69.

Las revoluciones se producen en callejones sin salida

En este curso, la emergente figura de Renella y las cuestionables decisiones de Velázquez relegaron a Molina a un puesto más secundario, llegando incluso a no contar para el salmantino, completando una primera vuelta para olvidar. Fue entonces cuando las horas de Jorge Molina parecían estar contadas en Heliópolis, estando perdido en un callejón sin salida pero... Llegó la revolución.

La vuelta de Pepe Mel llegó como un hálito de esperanza para el atacante, volviendo a depositar en él todas las ilusiones posibles. El alcoyano supo devolverla como mejor sabe hacer, marcando goles decisivos. Mel volvió a sacar su rendimiento más óptimo para aportar y ayudar al equipo que tanto le ha dado.

A sus 33 años, Jorge Molina ha completado la mejor campaña de su trayectoria profesional, incluso superando los dieciocho tantos del primer año en la capital hispalense. El atacante ha registrado un notable balance, registrando 0,61 goles por partido.

Pero no solo ha destacado en la faceta goledora. El de Alcoy ha mostrado una conjunción idílica junto a Rubén Castro. Una vez más ha demostrado ser un sobredotado con el balón en los pies, repleto de clase y visión de juego, ejerciendo no solo como goleador sino también de último pasador. Se ha ganado por méritos propios la renovación y espera sentarse con la directiva esta misma semana.

Sus 19 goles le han llevado postularse con 73 tantos en la disciplina sevillana y acechar los 80 tantos de Alfonso Pérez Muñoz, que se erige como el quinto máximo goleador de la historia del Real Betis.

Y llegó la recompensa

Una vez más, el destino les tenía guardada la mejor de las recompensas. El doblete del canario, ambos de bella factura, y el tanto final de Molina dilapidaron a un Alcorcón rendido al campeón, siendo un digno espectador de la fiesta vivida en el Villamarín.

Ya lo dijo Sarah Ban Breathnach, "El mundo necesita soñadores y el mundo necesita hacedores. Pero sobre todo, el mundo necesita soñadores que hacen", y estos son Jorge Molina y Rubén Castro.

El dúo de oro hispalense culminó una campaña para el recuerdo, anotando y sentenciando el partido del ascenso, del que aseguran ser el último que deberá hacer el Real Betis en la historia.