Cuando ya están los deberes hechos, la relajación a veces se convierte en exceso de confianza. Este planteamiento, al final, se ha convertido en el mejor resumen de la derrota del Real Betis en Tenerife. Nada alarmante desde un punto de vista general, porque los de Pepe Mel no se jugaban nada. Sin embargo, el nivel de autoexigencia del técnico madrileño es muy alto y, como ya dijo en la rueda de prensa anterior al encuentro, sus jugadores iban a salir al Heliodoro a ganar a su rival. No solo no fue así, sino que además el Betis vagueó durante los 90 minutos, sucumbieron a la presión del rival, como algo obvio, y dieron imagen de desgana, acomodándose ya en que son equipo de Primera División.

Tras el encuentro, Pepe Mel se sentó en rueda de prensa para analizar la derrota. "Nosotros hemos tenido cuarenta jornadas a un nivel de presión altísimo y "Lo que nos ha pasado es humano, es normal que el jugador respire", justificaba el técnico madrileño la actitud de sus jugadores, y se refería así a los del Tenerife: "Era normal que ellos se llevasen los balones divididos", a lo que añadió que en la primera mitad "han jugado medrosos, pensando en lo que se jugaban y a quién tenían enfrente", pero, sin embargo, en la segunda mitad se rehicieron "porque se jugaban muchas cosas".

También se refirió a la grandeza de su club. "El Betis es un equipo de primera más allá de la categoría donde esté", dijo. E hizo hincapié en el gran ambiente vivido en el Heliodoro para destacar que "tenemos que estar acostumbrados a esas cosas y "el año que viene esperemos que recuperemos pronto el sabor de un equipo que tiene que estar en Primera División".