La entidad hispalense está siendo una de las más activas en estos primeros compases del mercado estival, buscando cerrar la plantilla en la primera quincena de julio, de cara al retorno a la élite nacional. Muestra de ello son las llegadas inminentes de Piccini, Pezzella y Digard, que acompañadas a las de Van der Vaart y Petros conformarían las seis incorporaciones verdiblancas hasta la fecha. 

La posibles salidas de Figueras o Caro, motivaron al club hispalense a apuntalar la zaga con un jugador desconocido para todos, Amro Tarek, el hombre que analizaremos en la medida de lo posible a continuación, debido a su precario conocimiento.

El central egipcio nació allá por Mayo de 1992, en el Los Ángeles, California. A pesar de su hechura en territorio americano, viajó nada más llegar al mundo a tierras egipcias, forjando así su carrera futbolística. El motivo de su llegada a Heliópolis no es otro que la apuesta personal de Maciá, para crecer como futbolista, algo que espera conseguir en la capital andaluza. El nuevo director deportivo lleva avistándolo cierto tiempo, por lo que espera hacer de él una perla de futuro. Su nuevo contrato, le comprometerá con los verdiblancos las tres próximas campañas. El jugador prometió ofrecer guerra para demostrár su valía y aseguró llegar a un grande, que no entiende de categorías.

Tarek, se formó en las categorías inferiores del Asyut Cement, principal valedor para dar el salto a filiales alemanes como el del Magdeburgo, Friburgo o Wolfsburgo. Tras no cuajar su fichaje, el central volvió a su país, donde se ha eregido en las dos últimas campañas como el principal mariscal de la zaga de El Gouna.

Su estancia en la liga africana, hace de su fichaje una sorprendente noticia que no ha dejado a nadie indiferente, siendo avalado como una apuesta personal del propio Eduardo Maciá. Aunque se desconozcan sus mayores cualidades, los verdiblancos esperan que el zaguero brinde tardes de gloria a los hispalenses y confirme el atino y la valía del director deportivo.

Amro Tarek es un polivalente zaguero que se desenvuelve en el perfil siniestro, pudiendo actuar tanto como central como lateral izquierdo. Con sus 189 centímetros de altura, se impondrá como uno de los más fornidos de la plantilla junto a Digard (Si finalmente se consume su llegada), Bruno o Molina entre otros.

Rápido y fuerte, como a sí mismo se describe

A pesar de su corpulencia, el egipcio es un jugador atento y rápido al corte, dominador en los balones por alto y se desenvuelve bien a la hora de incorporarse a las tareas ofensivas de balón parado. Siguiendo el estilo verdiblanco, se encuentra cómodo a la hora de sacar el esférico jugado. A pesar de su inexperta juventud, el zaguero se encuentra preparado e ilusionado para su curso más ilusionante, donde tendrá que ganarse la confianza del míster para postrarse como un indiscutible en la mejor liga del mundo.